Desde marzo la Universidad de Chile está experimentando con este cultivo con el objetivo de validar su uso para la producción de biodiesel. En las próximas semanas quedarán establecidas en el país las primeras plantaciones de Jatropha curcas, en el marco de un proyecto ejecutado por la Universidad de Chile y cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que busca evaluar el potencial de este cultivo para la producción de biodiesel. La iniciativa —única en ejecución a nivel nacional— contempla un total de 15 hectáreas que se repartirán en pequeñas parcelas ubicadas entre las regiones de Antofagasta y Metropolitana.
La jatropha es una oleaginosa de porte arbustivo que es capaz de combatir la desertificación, que sobrevive y crece en las tierras marginales, erosionadas y agotadas, y que necesita poca agua para crecer. La variedad utilizada en este proyecto, a diferencia de las otras variedades de jatropha, es no tóxica e incluso puede ser consumida por animales.
El proyecto —denominado "Desarrollo y validación del cultivo de Jatropha en la zona norte de Chile para la producción de biodiésel" y en el que participan además las empresas Energía Ecológica; Inversiones Nacientes; Pullman Bus y Venwel— es el primero y único que ha logrado introducir semillas de jatropha al país, las que fueron importadas desde Guatemala.
En marzo se inició la experimentación y desarrollo del cultivo y en este momento está en ejecución la primera etapa de la iniciativa. Ésta contempla la introducción y adaptación de la especie; selección y propagación de genotipos sobresalientes; definir el potencial productivo y modelo de manejo integral y determinar la viabilidad técnico-económica del cultivo. Un hito importante lo marcó la germinación de las primeras semillas a comienzos del mes de abril.
Para realizar la selección de genotipos que sean resistentes al estrés biótico y abiótico es que en las próximas semanas partirán las primeras plantaciones en transectos que incluyen costa, valle central y precordillera.
Alternativa energética
La producción de biodiesel a partir del aceite de jatropha no sólo permitiría diversificar las fuentes energéticas, sino que recuperar suelos erosionados en las zonas donde se cultivará, ya que los desechos de su procesamiento devuelven la aptitud agrícola a tierras degradadas.
El biodiésel constituye una fuente de energía renovable que, al ser autóctona, representa un enorme potencial para reforzar la seguridad del abastecimiento energético del país, reduciendo el nivel de importaciones energéticas. Pero, lo más importante es que su utilización, no requiere modificaciones sobre el motor de los vehículos.
La expansión agrícola de jatropha para la producción de aceite con fines energéticos, cumple con los compromisos establecidos en las convenciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, biodiversidad, desertificación y sequía y el protocolo de Kyoto.
Este cultivo, con un significativo potencial de reconversión carbono-oxígeno, permite la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera; contribuye a la conservación de la diversidad biológica; la protección del suelo, de las fuentes hídricas, y permite que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático.
Además, tendrá la posibilidad de entrar al mercado de los certificados de reducción de emisiones, acordado en el protocolo de Kyoto.
Fuente: fia.cl
martes, 29 de abril de 2008
la jatropha y el biocombustible en chile
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