La tesis de que el Silala es un río cae por su propio peso. Ayer, una comisión de parlamentarios potosinos encabezada por el senador Orlando Careaga verificó que a unos 20 metros del “desarenador” de aguas construido en territorio chileno existe una tubería por la que baja el agua potosina.
Tras esa constatación, el parlamentario recordó que un río es un afluente de curso natural en el que no interviene la mano del hombre y ése no es el caso del Silala, pues, al margen del declive natural que ocasiona que las aguas discurran hacia Chile, existen evidencias de que éstas fueron canalizadas tanto en territorio boliviano como en el lado chileno.
Según la información del ingeniero Germán Erico Matos, tanto la excavación como el canal artificial fueron obra del Departamento de Recursos Hídricos de la Bolivian Railway Co., la empresa que utilizó el agua del Silala para el funcionamiento de la locomotora a vapor en el siglo XX.
Careaga visitó el Silala junto a los diputados Felipe Flores y Miriam Flores y, tras la inspección, llegaron a la conclusión de que existen suficientes elementos para probar que el cien por ciento de las aguas son bolivianas y que Chile alteró las condiciones propias del lugar para lograr que las mismas fluyan hacia su territorio.
Además de los trabajos realizados expresamente para que las aguas corran hacia territorio chileno, existen otras evidencias como, por ejemplo, restos de tuberías que aparentemente jamás fueron utilizadas pero tampoco se retiraron del lugar. Ya en territorio chileno existen mecanismos de medición del nivel del agua así y de determinación de su calidad en el denominado “desarenador” que está a 22 metros de la línea de frontera en territorio del vecino país.
“Un poco más abajo está la tubería que sirve para llevar el agua de los bolivianos a Chile y eso no puede ser un río. ¿Dónde se ha visto un río por tubería?”, preguntó el diputado Felipe Flores.
Aguas de vertiente
Las aguas del Silala nacen en 94 ojos de agua o manantiales que se encuentran en el cantón Quetena de la provincia Sud Lípez del Departamento de Potosí y en cada uno de esos afluentes existen excavaciones que permiten que sigan un curso no natural hacia el caudal fundamental que baja a la quebrada.
Ayer se visitó las vertientes y se evidenció que en cada una de ellas intervino la mano del hombre para lograr que más agua que la que afloraba naturalmente salga y con piedras de pizarra se dirigió el caudal hacia lo que los mapochos denominan “río de curso sucesivo”.
El guía turístico que fue en la comitiva, Juan Mamani, indicó que los ojos de agua se encuentran en una amplia zona a unos dos kilómetros de la quebrada, pero, curiosamente, cada uno de ellos tiene un canal cavado en la tierra por la que fluye el agua hacia el caudal principal que va hacia Chile.
Canal hecho con piedra
El canal principal corre a lo largo de cerca de 800 metros desde la parte alta de la quebrada hasta la línea fronteriza que se halla entre los hitos 73 y 75 que actualmente sirve de espacio referencial para delimitar el territorio chileno con el boliviano.
Todo ese canal presenta una estructura serpenteante delimitada por piedras de la zona que fueron adecuadamente acomodadas para constituir una especie de pared con la finalidad de impedir la pérdida del líquido.
Con el paso de los años, dicho canal se fue cubriendo de musgo y otras especies acuáticas de tal forma que prácticamente el ciento por ciento del agua que llega al mismo baja hacia Chile.
Aparentemente, el canal es mantenido esporádicamente por gente chilena ya que no existe ningún tipo de deterioro, pese a que fue construido hace cien años para alimentar los calderos del ferrocarril que unía a ambos países.
El mantenimiento les permite contar con agua de excelente calidad, lo cual abre la posibilidad de que chilenos ingresen a territorio nacional, aunque ese aspecto no fue comprobado.
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20090810/chile-traslada-aguas-del-silala-por-una-tuberia_29567_47511.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario