domingo, 25 de octubre de 2009

Suiza se prepara para futuro energético sin glaciares

Por Emma Thomasson

GLACIAR RHONE, Suiza (Reuters) - Parado junto al glaciar en el nacimiento del río Rhone, el científico Andreas Bauder posa junto a un poste de 3 metros de alto que sale del hielo.

"Esto es lo que se ha derretido en un mes aproximadamente", dice, mientras sus colegas científicos perforan el hielo. "Mido unos dos metros de alto", agregó.

Desde los Himalayas hasta los Andes, el rápido derretimiento de los glaciares constituye oportunidades a corto plazo -y riesgos a largo plazo- para la energía hidroeléctrica y las industrias de la ingeniería y construcción que ésta impulsa.

La energía hidroeléctrica, usada comúnmente a nivel mundial, satisface más de la mitad de las necesidades energéticas de Suiza. A medida que se secan los veranos y retroceden los glaciares que echan a andar las turbinas con agua de deshielo, esa porción podría caer con el tiempo.


Un estudio de la universidad técnica EPFL de Lausanne pronostica un descenso en la energía hidroeléctrica del 46 por ciento para el 2035, desde el 60 por ciento actual, a medida que disminuyen las precipitaciones y aumenta el uso de electricidad.

Del mismo modo en que los Himalayas son "la torre de agua de Asia", Suiza es la fuente de los mayores ríos de Europa, los cuales mantienen la agricultura y las vías navegables, y la refrigeración para las estaciones de energía.

El agua corre por grietas celestes y fisuras en el hielo y cruje mientras Bauder, quien pasa unas 20 a 30 días al año trabajando sobre glaciares para la Universidad Técnica de Suiza, explica que la mayor parte del poderoso glaciar Rhone habrá desaparecido para fin de siglo.

"La naturaleza puede ajustarse a las circunstancias. Las personas son mucho más frágiles en cuanto a sus condiciones de vida", indicó Bauder.

Más de 1.000 millones de personas a nivel mundial viven en cuencas fluviales alimentadas por glaciares o por el deshielo.

Los glaciares han estado retrocediendo dramáticamente desde el fin de la Pequeña Edad del Hielo en el siglo XIX, particularmente en los Himalayas, donde alimentan ríos como el Mekong y el Yangtze y aseguran agua y energía para economías de rápido crecimiento.

La falta de agua para la energía hidroeléctrica ya es "crítica" en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, que también ve riesgos en los suministros de agua para el sur de California producto de la pérdida de la nieve acumulada de las cuencas de los ríos Sierra Nevada y Colorado.

En Europa, un 20 por ciento de la electricidad proviene de energía hidroeléctrica, la cual genera un potencial que tiene previsto disminuir para la década del 2070, cayendo de forma más pronunciada en el Mediterráneo.

Bauder señaló una zona de terreno pedregoso y pequeños lagos más allá del final del campo de hielo del glaciar Rhone: "Recuerdo que cuando era niño el glaciar era mucho más grande. La punta del glaciar todavía llegaba hasta esta zona rocosa".

GANADORES Y PERDEDORES

La industria hidroeléctrica suiza está financiando parte de las investigaciones de Bauder, a fin de ayudarla a adoptar una perspectiva a largo plazo de los proyectos en un sector donde las licencias a menudo duran hasta un siglo.

Otros riesgos que los investigadores han identificado incluyen repentinas inundaciones de lagos glaciales crecidos. La demanda de más tecnología de bombeo y represas es una respuesta en los países que pueden costearlas.

Los expertos enfatizan que los pronósticos a largo plazo son altamente inciertos, particularmente en la predicción de precipitaciones, y observan que algunas regiones podrían incluso beneficiarse.

"Con el cambio climático habrá algunas zonas en el mundo con más precipitaciones todo el año", dijo Petra Doell, una profesora de hidrología de la Universidad de Fráncfort e integrante del panel climático de la ONU.

Eso significará más generación de energía hidroeléctrica incluso si se derriten los glaciares", agregó.

Por ejemplo, es probable que en Noruega, la cual genera casi un 100 por ciento de su energía con hidroelectricidad, llueva y nieve más debido al cambio climático, incluso a medida que retroceden los glaciares.

Pero si los glaciares llegan a desaparecer, uno de los principales impactos será el menor flujo fluvial en las estaciones secas, cuando se necesita con frecuencia la irrigación para los cultivos. Eso amenazaría a las personas en los mayores cultivadores de arroz del mundo, China e India.

Las naciones con elevadas demandas de energía en las estaciones secas podrían sufrir con la disminución de los flujos fluviales, pero Doell dijo que podrían usarse las reservas de energía hidroeléctrica para bloquear los impactos generales del derretimiento de los glaciares río abajo.

"Una reserva ayuda a ampliar la disponibilidad de agua todo a lo largo del año. Pero hay pocas represas en el sudeste asiático, donde el impacto del derretimiento de los glaciares será más severo", indicó.

(Reporte adicional de Alister Doyle en Oslo; Editado en español por Marion Giraldo)

Terra/Reuters

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