Reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero podrían requerir más que reducir la utilización de los fertilizantes de nitrógeno o cambiar los ciclos de rotaciones de cultivos, según investigaciones por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS).
Jane Johnson, quien es científica del suelo en el Laboratorio Norte-Central de Investigación de la Conservación del Suelo mantenido por el ARS en Morris, Minnesota, está buscando maneras prácticas de mantener el carbono en el suelo y reducir emisiones de los gases de invernadero.
En un estudio extenso, ella cultivó maíz, soya, trigo y alfalfa en una rotación en la cual cada cultivo creció en el mismo año, en parcelas con o sin fertilizante. También usó un sistema de labranza llamada la labranza en franjas, en el cual se cultiva solamente tiras estrechas en vez del campo entero. Para comparación, Johnson replicó el sistema usado por muchos granjeros en Minnesota: cultivar corn y soya en una rotación de dos años en campos fertilizados y cultivados con o un arado cincel o un arado vertedera.
Ella usó una sonda hidráulica para medir el carbono orgánico secuestrado en el suelo, y cámaras con aberturas cerradas para medir las emisiones del dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Johnson descubrió que cuando medidas durante el curso de un año, las emisiones de los gases de invernadero fueron en gran parte iguales en sistemas de una rotación de dos años y una rotación de cuatro años, y el impacto de la aplicación del fertilizante de nitrógeno fue menor al esperado en las emisiones del óxido nitroso. Las emisiones del óxido nitroso fueron las más altas durante el deshielo de la primavera cuando el sol calentó el suelo, sin tener en cuenta el sistema de rotación o de labranza usado.
Labrar con un arado cincel o un arado vertedera aumentó las emisiones del dióxido de carbono por un período corto. Pero cuando medidas durante el curso de un año entero, las emisiones del dióxido de carbono fueron iguales en las parcelas con la labranza intensiva y aquellas sin labranza. Johnson no observó ningún patrón coherente de emisiones del metano.
Los estudios de Johnson son parte de un proyecto de ARS de cinco años llamado GRACEnet (red de reducción de los gases de invernadero aumentando el carbono en el suelo por medio de las prácticas agrícolas), en el cual investigadores en más de 32 sitios están examinando estrategias para ayudar a reducir el impacto de agricultura en el cambio climático global. Este proyecto apoya la prioridad del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) de responder al cambio climático global.
Fuente: ARS
http://www.freshplaza.es/news_detail.asp?id=29808
martes, 10 de noviembre de 2009
Buscando maneras de reducir el impacto de la agricultura en el cambio climático global
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