lunes, 15 de junio de 2009

El inusual calor hace brotar frutales casi dos meses antes de la temporada


El otoño más cálido de lo normal y la falta de heladas explican la reacción de algunas plantaciones como ciruelos y cerezos.

lunes, 15 de junio de 2009

En esta época otoñal y para sorpresa de muchos se han dado en la provincia algunas brotaciones puntuales de variedades como ciruelos, almendros, vid y cerezos, cuando éstas habitualmente se dan recién a partir de agosto cuando se acerca la época primaveral.

Es que el "calorcito" del otoño en Mendoza con temperaturas que son entre 3° y 5° mayores a las del promedio y las escasas o nulas heladas, resultan ser una de las primeras demostraciones de que el calentamiento global hace pie en Mendoza y que no es sólo un tema de otras latitudes.

Que se extiendan las enfermedades tropicales en zonas que no lo son como ha sido el caso del dengue, que se derritan los glaciares con más intensidad, que se incremente el nivel del mar, son todos procesos que se revelan a la luz del incremento paulatino en las temperaturas mundiales desde 1.850, tendencia inclusive acentuada durante la década del 70. La misma que se repite en la provincia aunque, aseguran los especialistas, con menor intensidad.

"Es un hecho que este otoño es más cálido que los anteriores, lo que podría explicar que algunas plantaciones, como ciruelos, cerezos y almendros, muestren algunas flores pero que están lejos de ser la mayoría", soslayó Alfredo Baroni del Instituto de Desarrollo Rural de Mendoza (IDR).

Además agregó que "esto puede haber ocurrido en zonas de microclima como el Valle de Uco o inclusive en el Este, donde se puede haber dado el caso de algunas brotaciones mínimas para la uva de mesa".

El fenómeno responde al hecho de que durante las primeras semanas de mayo se registraron temperaturas relativamente bajas que fueron suficientes como para que luego, con temperaturas algo más elevadas, estas plantaciones de variedades tempranas pudieran florecer.

Sin embargo es muy difícil que estos frutales prosperen, ya que apenas se asome una helada se detendrá el proceso, lo que implicará que habrá que esperar para que la planta dé su fruto.

En sintonía con lo percatado por el IDR, desde la Sociedad Rural del Valle de Uco su representante, Mario Leiva, en conversación con Los Andes, dijo que no se han percatado casos de brotaciones masivas ya que han sido sólo puntuales, en sintonía con lo que expresaron desde el Centro de Bodegueros y Viñateros del Este.

En tanto para el invierno que está por asomarse, el meteorólogo Carlos Bustos, de la Dirección de Contingencias de la provincia, sostuvo que "se espera un invierno más cálido y seco que en años anteriores, con temperaturas superiores que la media".

En el peor de los casos de que la temperatura no ayude en este invierno, o sea que sea mucho mayor a la habitual, según el técnico del IDR "se podría dar un desarreglo hormonal que genere una floración, cuaje y cosecha despareja, lo que implicará en definitiva menor producción".

En tanto, Carlos Fiannaca, gerente y enólogo de la Asociación de Profesionales en Enología y Alimentos de Argentina (APEA) advirtió que "lo preocupante de que el invierno no sea tan crudo como otras temporadas es el tema del agua, que se podría ver afectada si hay menos nevadas. Pero no creo que se incrementen las enfermedades en los viñedos", soslayó.

Incertidumbre a mayor plazo

Vale recordar que hay ciertas variedades de plantaciones en la provincia que no requieren de tantas horas de frío, como otras, para lograr en condiciones óptimas su siguiente etapa, que es la de floración. Éste es el caso de la ciruela y la uva para consumo en fresco, de los almendros y de los cerezos.

A contramano, las variedades tardías, como son: durazno, pera, manzana, ciruela para industria y el resto de las uvas, sí necesitan mayor cantidad de horas a temperaturas bajo cero para lograr su posterior brotación.

Con las temperaturas habituales surge el mapa productivo local. Esto implica que la producción de variedades tardías tiende a ubicarse en territorios donde se registran las temperaturas más bajas, como es el caso del Valle de Uco y el sur de Mendoza. Las variedades tempranas están más concentradas en zonas más cálidas relativamente, como en la zona este y norte de la provincia.

"Los pronósticos de diferentes especialistas vaticinan que a finales de este siglo la temperatura de la tierra escalará 3° más", advirtió con preocupación Ricardo Villalba, director del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla).

Por todo esto es que las preguntas a resolver a nivel local son: ¿Se desplazarán los cultivos hacia el sur? ¿Las plantaciones de vid en Mendoza perderán el clima privilegiado? En contraposición, ¿se propagará en Mendoza la ganadería por la mayor humedad? El desarrollo genético que requerirán las plantaciones ¿avanzará más rápido que el cambio climático?

Algo que sí es cierto es que "en Malargüe se están realizando algunas experiencias para cultivar vid, cuando hace algunos años esto era impensable", advirtió Baroni.

Rocío Aranda - raranda@losandes.com,.ar

http://www.losandes.com.ar/notas/2009/6/15/economia-429854.asp

No hay comentarios: