domingo, 9 de noviembre de 2008

El cólera en tiempos de cambio climático

Yudith MADRAZO SOSA

El cólera, la peste bubónica o la fiebre amarilla, podrían convertirse nuevamente en una pesadilla para la salud humana debido a los efectos del cambio climático. La alerta fue dada recientemente por el diario BBC Mundo, cuando difundió la lista publicada por expertos médicos de doce enfermedades que se agravarán y propagarán a nuevas regiones del mundo como resultado del calentamiento global.
Males como la gripe aviar, ébola, cólera y tuberculosis, se expandirán aún más en el mundo como consecuencia de los cambios en las temperaturas y los niveles de precipitación fluvial. Según los especialistas, tendrán un enorme impacto no sólo en la salud humana sino además en la naturaleza y las economías del mundo.


En la apreciación de los científicos, ante el auge de las "doce asesinas" -entre las que se encuentran también la babesiosis, borreliosis, marea roja, fiebre de Rift Valley, enfermedad del sueño, tuberculosis bovina, así como parásitos intestinales y externos- el mejor mecanismo de defensa es trazar una estrategia ofensiva de monitoreo para detectar hacia dónde se propagan estos patógenos y prepararse para mitigar sus efectos.
"Cuando hablamos de cambio climático a menudo pensamos en el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares. Pero igual de importante es conocer cómo el incremento en las temperaturas del planeta y la fluctuación en los niveles de precipitación fluvial afectan la distribución de peligrosos patógenos causantes de enfermedades", explican los entendidos.
"La salud de los animales está estrechamente relacionada con los ecosistemas en que viven y el medio ambiente que los rodea. Y cualquier alteración, incluso la más pequeña, trae enormes consecuencias en las enfermedades que pueden padecer y transmitir a medida que el clima cambia", afirma el doctor Steven Sanderson, presidente de la Sociedad de Conservación de la Naturaleza.
Junto al innegable efecto sobre la salud humana, estas dolencias originadas en las poblaciones animales, pueden causar enormes daños económicos. Según estudios, se calcula que afecciones reemergidas desde mediados de los ’90, como la gripe aviar, han causado pérdidas de 100 000 millones de dólares a la economía global.
El cambio climático no sólo degrada el medio ambiente, sino que perjudica la salud humana y el panorama es mucho más desalentador en los países en desarrollo en África, Asia y América Latina, donde el calentamiento global ha provocado un resurgimiento de cólera, todavía un problema serio en las zonas más pobres de estos territorios.

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