martes, 7 de octubre de 2008

Bienestar de los desplazados está en grave riesgo: ACNUR

El Financiero en línea

Ginebra, 6 de octubre.- El titular de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, advirtió hoy que el bienestar de los desplazados está en grave riesgo por diversas causas en el plano económico, social y político.

El titular de ACNUR dijo que debido a estas causas se ha intensificado la dificultad de la comunidad internacional para asistir a estas personas, lo que puede provocar que aumente el número de desplazados en los años venideros.

Al inaugurar la Asamblea del Comité Ejecutivo de ACNUR, Guterres dijo que todos los pronósticos de esperanza de una paz universal duradera surgidos al terminar la guerra fría se han visto opacados por una serie de factores.

Entre ellos mencionó la crisis del cambio climático, la competencia por los recursos, la crisis alimentaria y la actual crisis financiera global. Todos estos factores afectan directamente y de manera poderosa a los refugiados, desplazados forzosos y desplazados internos del planeta, destacó.

"La competencia por los recursos escasos ha sido un factor determinante para provocar y perpetuar la violencia", dijo el titular de ACNUR ante más de 76 miembros del Comité en el Palacio de las Naciones.

"Nos enfrentamos a una serie de conflictos interconectados desde el suroeste de Asia, Medio Oriente hasta el Cuerno de Africa. Algunos de ellos se están agravando de manera profunda, lo que puede traer implicaciones de seguridad a nivel global", afirmó.

Como resultado, informó, el deplazamiento forzado se ha incrementado de manera considerable. Al final de 2007 había 11.4 millones de refugiados y la cifra va en aumento.

El número de desplazados internos, es decir, aquellos que al contrario de los refugiados no han cruzado las fronteras de sus países pero que han tenido que abandonar sus hogares, ascendió a 26 millones, dijo Guterres.

La ACNUR por el momento trabaja directamente con 14 millones de desplazados internos en 28 países, más del doble que en 2005, alertó.

"En los últimos 18 meses hemos ofrecido asistencia de emergencia a más de 40 países", señaló el alto comisionado, quien llamó a la comunidad internacional a sostener un debate serio y sistemático para abordar la complejidad de la situación de los desplazados internos.

Hizo referencia a que en 2007 la oficina del ACNUR realizó un total de 197 operativos de emergencia, "cifra que ya hemos rebasado en este año".

Indicó que el gasto del Fondo de Operaciones para Situaciones de Emergencia del organismo creció de 34 millones de dólares en 2006, a más de 87 millones en 2007 y se calculan 150 millones para 2008.

Este año el gasto global del ACNUR aumentará mil 600 millones de dólares, comparados con el millón 100 mil dólares de 2006.

Guterres dijo que estas cifras enfatizan la presión dramática en la ACNUR. Explicó que se ha hecho una depuración de gastos, se ha descentralizado personal a Budapest y se han recortado los empleos de de mil 47 a 700.

Con estas medidas y algunas otras de tipo organizativo la ACNUR a partir del año próximo ahorrará nueve millones de dólares anuales, anunció Guterres.

Asimismo informó que 22 millones de dólares que se pudieron ahorrar en el personal de oficinas se pudieron invertir en programas para los beneficiarios en cuestiones relacionadas a la malaria, desnutrición y violencia sexual.

Sin embargo, el personal humanitario que trabaja en el terreno, en lugares remotos y en condiciones de vida muy precarias, necesitan de todo nuestro apoyo y de una seguridad total.

Declaró que los beneficiarios no son números sino personas con derechos y necesidades; por tal motivo es momento de revisar el esquema tradicional para la asignación de presupuesto basándose en las necesidades reales y no en las proyecciones.

Dijo que para que ACNUR responda a su mandato de protección debe contar con los fondos necesarios para hacerlo. "Aunque hacemos lo posible por minimizar los costos, nuestro presupuesto no alcanza para asistir y dar bienestar a 31 millones de desplazados con el alza de los precios en la energía y en los alimentos", puntualizó.

Guterres dijo reconocer la crisis financiera global, pero enfatizó, parafraseando a Bob Marley, que "un hombre con hambre, es un hombre enojado".

Guterres hizo un llamado a la comunidad internacional y a donantes privados para que juntos enfrenten la problemática de los grupos más pobres, que tienen derecho al alimento, a la integración y al desarrollo.

"De no hacerlo, nos enfrentaremos a una grave crisis social y política, la cual podría desembocar en más conflictos y más violencia", concluyó el titular de ACNUR. (Con información de Notimex/CFE)

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