miércoles, 1 de octubre de 2008

Israel comprará a EEUU 25 aviones F-35, ¿Una venta más o un paso para atacar Irán?

Se trata de una mejora de los cazas F-16 que ya utiliza la Fuerza Aérea israelí
Bush se opone a un ataque de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes
Hace unas semanas, el Pentágono vendió 1000 bombas capaces de perforar búnkeres
Israel se ha comprometido a no actuar sin pactarlo antes con EEUU

SAL EMERGUI

JERUSALÉN.- Satisfacción en el ministerio de Defensa en Tel Aviv. Con toda la maquinaria logística y operacional centrada en el programa nuclear iraní –dejando como otras dos prioridades al grupo Hizbulá en el Líbano y Hamas en Gaza- la cúpula militar israelí aplaude los últimos juguetes comprados en la tienda de su principal aliado y amigo, EEUU.

La nueva adquisición, confirmada hace unas horas, garantiza a Israel su ya más que evidente superioridad en los cielos de Oriente Próximo. Se trata de la venta de 25 cazas de combate F-35 anunciada por el Pentágono, una transacción valorada en 15.200 millones de dólares. La operación incluye la posibilidad de otros 50 aviones en los próximos años. Israel es el primer país que recibe estos aparatos, como confirman portavoces de la empresa de origen, Lockheed Martin.

Se trata de una evidente mejora de los cazas F-16 que ya utiliza la Fuerza Aérea israelí. Gracias a una determinada y avanzada tecnología, los F-35 pueden viajar a diferentes tipos de alturas sin que sea detectado por el radar enemigo. Un ser invisible en los cielos. Es más preciso que los F-16 o F-15 en los duelos aéreos y en los bombardeos contra posiciones en tierra. La llegada final de estos cazas depende ahora de la autorización del Congreso. Como en la mayoría de transacciones militares, Israel aplicará su propia tecnología en el F-35.

"Es vital para los intereses de la seguridad nacional de EEUU en la zona y tiene como objetivo ayudar a Israel a mantener una alta capacidad de defensa aérea y de actuar contra objetivos terrestres", justifican en Washington, donde se reunieron en junio el presidente norteamericano, George W.Bush y el primer ministro israelí, Ehud Olmert que pactaron éste y otros acuerdos en materia militar.

Bush y su Administración, encabezada por el secretario de Defensa, Robert Gates, dejaron claro a Olmert su oposición a un ataque de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes.
Objetivo: Mantener la superioridad israelí

EEUU materializa estos días varias promesas. Desde hace meses, ministros y altos oficiales de ambos países mantienen reuniones para concretar las diferentes transacciones con el objetivo de mantener la superioridad militar israelí en la región.
Un misil de exhibición iraní. (Foto: AFP)
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Un misil de exhibición iraní. (Foto: AFP)

A principios de mes, el Pentágono aprobó transacciones militares con Israel en tres etapas y con un valor de 330 millones de dólares. Hace unas semanas, el Pentágono vendió 1000 bombas inteligentes (GBU-39) capaces de perforar búnkeres. Este fin de semana se dio a conocer el despliegue en la base aérea de Nevatim, al sur de Israel, de un radar estadounidense capaz de identificar con mayor precisión y sobre todo más tiempo un eventual ataque de misiles iraníes de tipo Shihab 3.

"Con estas medidas, EEUU desea reforzar a Israel pero también envía un mensaje a Irán: Las posibilidades de un ataque militar crecen mientras continuáis cada día con el enriquecimiento de uranio y no tomáis en serio las negociaciones con Javier Solana. La opción militar sigue allí", cuenta a el mundo.es Meir Javedanfar, un experto iraní que tras abandonar su Teherán natal y estudiar en Gran Bretaña, dirige ahora un centro de análisis en Tel Aviv.

La pregunta es si estas noticias se enmarcan en la tradicional y estrecha alianza política, económica y militar entre EEUU e Israel desde que fue creado en el 48 o son medidas específicamente tomadas y anunciadas de cara a un posible enfrentamiento bélico con Irán.
Los peldaños a subir antes de la ofensiva

Por un lado, los cazas F-35- y el radar estadounidense en Israel son escalones necesarios antes de ordenar una ofensiva contra Irán, que ya ha advertido que responderá "destrozando" Tel Aviv. "La retaguardia es fundamental. Con el nuevo radar que localiza un misil lanzado a 2000 km, se reducen los daños ante una represalia iraní", escribe el periodista israelí Ron Ben Ishai. El F-35 es ideal en un posible ataque contra objetivos iraníes porque puede burlar los sistemas antiaéreos.

Por otro lado, el veto norteamericano sigue en pie y el Gobierno israelí no suele violar consejos tan tajantes ofrecidos su principal aliado en el mundo. Mucho menos cuando 120 soldados y especialistas norteamericanos están permanentemente en suelo israelí haciendo funcionar su nuevo radar.

El programa nuclear iraní es visto por los israelíes como "una amenaza existencial" y las encuestas indican que la mayoría de los ciudadanos opina que "Israel no puede aceptar de ningún modo que el régimen de Irán tenga la bomba nuclear". Pero la incertidumbre política no invita a pensar en un ataque inminente.

Olmert ya ha dimitido y Tzipi Lini, su sucesora en el partido Kadima tiene bastantes quebraderos de cabeza intentando formar Gobierno. Con Olmert haciendo las maletas o Livni deshaciéndolas, es muy improbable que Israel ordene en el 2008 una ofensiva que provocaría un conflicto bélico regional.

Además, Israel se ha comprometido a no actuar sin pactarlo antes con EEUU. "No queremos sorpresas", le dijo un oficial estadounidense a su homólogo israelí en agosto.

Los servicios secretos israelíes (Mossad) siguen muy de cerca e intentan boicotear los planes iraníes. Hace unas semanas, el jefe del Mossad, Meir Dagan, advirtió a Olmert que "Mahmud Ahmadinayad vuela hacia su meta de tener armas nucleares, gracias a la pasividad internacional".

Si no hay sanciones más duras contra Teherán -como desearían Israel y EEUU- se debe en parte a la oposición de Rusia y quizás por ello, Olmert viajará el próximo lunes a Moscú. Pensando en Ahmadineyad, una de las pesadillas de Israel es una nueva guerra fría entre EEUU y Rusia.

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/01/internacional/1222827260.html

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