jueves, 2 de octubre de 2008

CÓMO SACAR PARTIDO A UN RECURSO ESCASO

El grupo de investigación Eficiencia del Uso del Agua, del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (IRNAS-CSIC), trabaja en la optimización del agua en Agricultura, incluido el aprovechamiento de la lluvia en cultivos de secano.

Tamara Velázquez
España, y más aún Andalucía, se caracteriza por su escasez de recursos hídricos. Existen muchos frentes abiertos para paliar los efectos de la sequía en la región más meridional de la península. El grupo de investigación Eficiencia del Uso del Agua, del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología (IRNAS) del CSIC, trabaja desde hace años en varios proyectos europeos, nacionales y autonómicos, vinculados a la optimización del uso del agua en agricultura y el aprovechamiento de la lluvia en cultivos de secano.

Los miembros del equipo mantienen seis líneas de trabajo relacionadas con el líquido elemento. En primer lugar, tratan de identificar los mecanismos que emplean las plantas en su uso del agua a través de estudios ecofisiológicos. Una vez descifrados, usan este conocimiento en la mejora de estrategias de riego de cultivos habituales en zonas en las que el agua para la agricultura es limitada. Entre ellos destacan frutales de diversas especies, especialmente el olivo, y cultivos herbáceos, como el maíz, la remolacha o el algodón. También diseñan estrategias de riego para optimizar la irrigación de cultivos típicos de zonas mediterráneas.

De este modo, tratan de solventar los problemas prácticos de los agricultores. Para ello, además de los resultados de los estudios ecofisiológicos, desarrollan y validan modelos de simulación. Se trata de unos programas informáticos diseñados con el objetivo de averiguar la respuesta de un cultivo ante el estrés hídrico ocasionado por la falta de agua en sus diferentes estados fenológicos. Según el doctor José Enrique Fernández, miembro de este grupo de investigación, estos simuladores “son muy útiles para diseñar plantaciones frutales, pues permiten evaluar cómo respondería el cultivo ante diferentes condiciones sin necesidad de hacer experimentos específicos”. Para Fernández destacan “los modelos de transpiración y de fotosíntesis que hemos elaborado para el olivo, así como otros de balance de agua en suelos cultivados de la cuenca mediterránea”.

Implantación de avances

La implantación de los nuevos avances sobre eficiencia del uso del agua que van logrando no suele ser fácil para la mayoría de los agricultores. Con objeto de este inconveniente, el grupo del doctor Fernández desarrolla aparatos capaces de calcular por sí mismos las necesidades de agua del cultivo y de activar automáticamente el sistema de riego para que se aplique la cantidad de agua correcta. En el caso de los frutales, principal objeto de estudio de estos científicos, los aparatos utilizan como indicadores la cantidad de savia que fluye en el tronco y las variaciones del diámetro de este órgano que se dan a lo largo del día, elementos que determinan las necesidades hídricas de las plantas con mayor potencial. Ambos elementos tienen un gran potencial para determinar las necesidades hídricas de las plantas.

Un investigador del grupo maneja una cámara tipo scholanderEl riego y la fertilización tienen un papel muy destacado en las investigaciones del IRNAS. El estudio conjunto de ambas prácticas se encamina a determinar las necesidades de agua y fertilizantes de cada cultivo y a evaluar el riesgo de contaminación que puede provocar un uso inadecuado de los fertilizantes. En esta línea, el grupo Eficiencia del Uso del Agua ha trabajado sobre las necesidades de fertilización del maíz cultivado en el Valle del Guadalquivir, donde se acostumbra a regar en surcos aplicando dosis de fertilizante excesivas, “en muchos casos utilizan hasta el doble de lo necesario”, asegura José Enrique Fernández.

http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/noticias/3/6960.asp

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