lunes, 11 de agosto de 2008

El Kremlin se enfrenta a un ejército entrenado y aguerrido

Moscú/Tbilisi. — La guerra en Osetia puede parecer a primera vista un combate desigual entre el gigante ruso y la pequeña Georgia, pero en el campo de batalla las cosas son un poco diferentes. El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, que subió al poder en 2003 gracias a la Revolución de las Rosas, ha conseguido formar un poderoso pequeño ejército con la ayuda de Estados Unidos. Puede que Rusia lo destruya, pero no será ni rápido ni fácil.

Cambio de doctrina. Las Fuerzas Especiales y los marines se dedicaron durate la última media década a entrenar unidades selectas de Georgia, siguiendo los exigentes estándares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán). La tradición soviética ya es historia.Los instructores norteamericanos se concentraron en lo básico: enseñar a los georgianos tácticas de unidades pequeñas. Alto nivel en puntería y mucha iniciativa personal. También adoctrinaron a los oficiales georgianos de alto rango, inculcándoles lecciones aprendidas durante las últimas guerras. Entre éstas se encuentran lograr que las fuerzas aéreas y las tropas de tierra trabajen conjuntamente, sorprender al enemigo y poseer un montón de información sobre él (la "batalla de la información"), hacer llegar pan y armas a las tropas (la logística) y aplicar la ley básica que dice que los buenos oficiales comandan desde el frente.


Saakashvili respaldó completamente a los instructores estadounidenses. En una Georgia con una alta tasa de desempleo, el trabajo mejor pagado al que puede aspirar un joven georgiano está en el ejército. Hoy en día, aproximadamente un cuarto de las fuerzas del país recibe entrenamiento de Estados Unidos. La columna vertebral del ejército georgiano está compuesta por siete batallones de infantería formados de la nada y llevados de la mano por los boinas verdes estadounidenses, del campamento de entrenamiento de reclutas a algo bastante cercano a la preparación de combate propia del estándar de la Otán. Son cerca de 5.000 hombres.

Desde 2003, Georgia se ha mostrado como uno de los aliados más entusiastas de las fuerzas internacionales lideradas por Washington en Afganistán, Kosovo e Irak. Actualmente, Georgia, alguna vez una república soviética menor, con sólo 4,5 millones de habitantes, ocupa el tercer lugar dentro de las fuerzas extranjeras presentes en Irak, después de Estados Unidos y Reino Unido. Georgia llamó de vuelta a esos veteranos curtidos en el desierto iraquí, reclamando al Pentágono que dé permiso al 13er batallón de élite para que vuelva a casa para luchar contra los rusos.

El Ministerio de Defensa de Georgia gasta unos 930 millones de dólares anuales en su ejército, una minucia comparado con el presupuesto ruso, pero un salto considerable desde los 30 millones de dólares gastados en 1991 cuando Georgia se independizó. Una gran parte del presupuesto se ha dedicado al entrenamiento sobre el terreno y al equipamiento personal de cada soldado. Los soldados georgianos de primera línea visten uniformes de la Otán, cascos de kevlar y chalecos antibalas idénticos a los estadounidenses, y llevan el fusil automático M-16. Pero la mayoría de los reservistas y las tropas de segunda línea no están tan bien equipadas ni entrenadas, al igual que las reservas rusas que probablemente se envíen a la región. Pero al mismo tiempo Georgia gastó su limitado presupuesto en pocos "objetos" de primera calidad bien escogidos: artillería y lanzacohetes sobre orugas, blindados turcos e incluso un barco lanzamisiles francés.

Las fuerzas que Georgia ha desplegado en Osetia son, al menos, tan competentes como los elementos del ejército ruso que se enfrentan ahora a ellos y, en algunos aspectos, (experiencia en combate e instrucción en el terreno), incluso superior, dicen los especialistas.

Cientos de bajas. En dos días de intensos combates, el ejército georgiano ha sufrido cientos de bajas pero mantiene su disciplina. Las bajas rusas son similares y aviones rusos han sido derribados, una actuación admirable para un ejército que cuenta con menos de una generación de edad desde su creación.

Rusia es, por supuesto, superior a Georgia en todos los aspectos. A corto plazo, con unas fuerzas aéreas mucho más poderosas, y a largo plazo con la capacidad del Kremlin de movilizar a cientos de miles de tropas a la conquista de Georgia. Siempre que los hombres del Kremlin estén dispuestos a aceptar las pérdidas necesarias para eliminar a sus duros oponentes.

http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/08/10/noticia_5891.html

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