Las temperaturas del invierno en Irán han sido mucho más cálidas que en años anteriores, hasta el punto de que las personas han tenido que buscar la sombra para protegerse de los rayos del sol y de las quemaduras.
En algunas ciudades, para sorpresa de los residentes, se ha tenido que utilizar el aire acondicionado. Algo nunca visto en esta época del año.
El calor, intensificado por la sequía, está siendo más intenso que el año pasado y el caudal de algunos ríos en Irán ha disminuido. El río Zayand-e-Rud, el más importante que transcurre junto a la ciudad de Isfahan, está seco.
La sequía, posiblemente causada por el calentamiento global, ha convertido a Irán en uno de los mayores importadores de trigo el año pasado.
Irán, situado en una región árida y cálida, sufrirá los efectos del calentamiento global mucho más que los países más cercanos a los polos.
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