miércoles, 18 de marzo de 2009

La soberanía energética, un concepto del ambientalismo para la acción

Hildebrando Veléz G. *

La idea de re significar la soberanía nos sirve para la construcción de proyectos de vida sustentables y con justicia porque las nuevas "soberanías" (alimentaria, energética, ecológica) en manos de los pueblos permiten decidir el camino de construcción de sustentabilidad para las sociedades de justicia ambiental y de justicia para con la naturaleza; ahí esta la fuerza de este concepto, de esta idea de soberanía.

La soberanía energética es también aquella que se construye en defensa de los territorios. Por ejemplo, se construye soberanía energética cuando los habitantes de unas zonas "Paramunas" en los Andes colombianos defienden sus territorios contra la agresión de empresas que pretenden extraer el carbón que se halla allí, amenazando sus posibilidades de provisión de agua para la agricultura, sus posibilidades de vida ahora y las posibilidades de vida de las generaciones venideras.

Es soberanía energética la lucha que hace el pueblo Uwa en sus territorios para mantener el petróleo bajo tierra. Es soberanía energética la lucha que hacen los indígenas Emberas contra esos monstruos de represas que se instalan en sus territorios. Estas son luchas de soberanía energética, pero también estos pueblos a su vez hacen esfuerzos por mantener sus tradiciones culturales, por recuperar las formas de uso de la naturaleza.

Por ejemplo, la agroecología que practican las comunidades campesinas e indígenas es una forma de producción que contribuye a la soberanía energética; en la medida que no requiere insumos petroleros, en la medida que no requiere insumos químicos, en la medida en que aprovecha la energía solar y el trabajo y la creatividad humanas en su máxima posibilidad.

Es soberanía energética, lo que hacen los campesinos en muchas regiones donde utilizan las excretas de los animales para producir bíogas. Es soberanía energética el proceso que tienen los trabajadores de la industria petrolera y energética para devolverles el control sobre los recursos energéticos a sus pueblos, a sus países. Es soberanía energética la lucha del pueblo Boliviano por mantener un dominio sobre los recursos gasiferos que había perdido en manos de las transnacionales.

La soberanía energética se está construyendo en el planeta, se está construyendo en estas luchas, se esta construyendo en estas resistencias y se esta construyendo en las propuestas de las organizaciones sociales.

La Soberanía de los pueblos se ve menoscabada por acciones por ejemplo de empresas transnacionales que irrumpen en los territorios para instalar grandes monumentos de cemento, como las represas, como los oleoductos, como los sistemas de redes eléctricas que muchas veces no traen ningún beneficio a las gentes y se les desplazan, se les desterritorializa; y sirve esta energía y esta infraestructura fundamentalmente para los sistemas de acumulación económica, que como sabemos enriquecen a unos pocos en el mundo y empobrecen a las grandes masas de población.

Se pierde la soberanía energética y se pierde la soberanía, cuando los estados sometidos no tienen la posibilidad de brindar bienestar a sus pobladores, así pasa en todo el mundo con la energía. Los estados no tienen la posibilidad de proveer energía barata y asequible a sus pobladores y esto por qué, habiendo abundancia de energía! Uno encuentra países, lugares, en donde la energía abunda; donde las fuentes de energía abundan y sin embargo son miserables en términos energéticos.

La energía sirve fundamentalmente para sostener un modelo inicuo en el planeta, para sostener una diferencia y una desigualdad enorme que esta instalada entre los países que concentra los beneficios, entre los grupos de elite que concentran los beneficios, y las grandes masas de pobladores y gentes que viven en la miseria.

Se pierde la soberanía energética sin duda, cuando las corporaciones transnacionales concentran el poder de decisión e impiden que la sociedad tenga la posibilidad de decidir sobre su propia matriz energética Las corporaciones transnacionales, afectan de esta manera la soberanía energética, y la afectan también cuando reducen a las comunidades a ser simples observadores del saqueo que se hace consecutivamente de su patrimonio ambiental.

Se pierde la soberanía energética cuando las elites de los países concentran los beneficios de la riqueza energética sin que ella sirva para sembrar esperanza y para sembrar posibilidades de sustentabilidad.

La soberanía energética de la que nosotros estamos hablando tiene varios constituyentes: uno de ellos, fundamental, es la matriz energética; cuando hablamos de una matriz energética, estamos hablando de dejar atrás, la sociedad petroadicta, la sociedad energivora; esta sociedad que se fundamento en el modelo de uso del petróleo como fuente principal de energía.

Esta sociedad petroadicta y energivora ha traído el enloquecimiento del clima planetario; la fiebre que vive el planeta es una fiebre que se debe a este modelo de uso desorbitado de la energía petrolera.

Pero ante esto nos quieren responder con propuestas como por ejemplo los agrocombustibles, se quiere decir que para transitar a una matriz energética más sostenible debemos desarrollar los agrocombustibles; y lo que constatamos en nuestros países es que el desarrollo de los agrocombustibles es promovido directamente por esta alianza macabra de las organizaciones empresariales petroleras, de las empresas transnacionales de las semillas y alimentos, de las transnacionales de la industria automotriz. Esta alianza que es la que promueve la agroindustria energética, esa alianza trae desgracia para los pueblos, trae miseria para los pueblos, los precios de los alimentos están disparados en el planeta. Acá en el país nuestro vemos como desafortunadamente el precio de los alimentos hoy se encarece enormemente debido a que están destinando la producción agrícola para satisfacer la demanda de energía para los vehículos. Nosotros hemos dicho: no podemos seguir llenando los tanques de los vehículos, y vaciando los territorios de las gentes, de sus culturas, vaciando y destruyendo la vida y la esperanza de las gentes en su territorio.

La matriz energética es pues fundamental; transitar hacia una matriz energética sostenible implica necesariamente que contemplemos la posibilidad de emplear la mayor fuente de energía que llega al planeta que es la energía solar; a través de procesos de producción de biomasa, que son fundamentalmente los tipos de procesos que más aprovechan energía.

Pero también hablamos de una nueva matriz energética en la medida en que podamos utilizar de la manera más adecuada la creatividad del trabajo humano; el trabajo humano le agrega a la economía gran cantidad de energía; sin embargo, el trabajo humano se dilapida, la creatividad y el trabajo humano se dilapidan. Millones de seres humanos carecen en el planeta de posibilidades para desarrollar su capacidad de trabajo; este es un asunto que sin duda hace parte de nuestro concepto de soberanía energética

La soberanía energética tiene entre sus componentes sin duda el tema de la ética; cuando hablamos de la soberanía energética desde una perspectiva ética de la vida, de la sustentabilidad, estamos hablando de la posibilidad de emplear las fuentes de energía de manera eficiente, de manera tal que no contribuyan al desorden climático, de manera tal que mantengan la estabilidad social y cultural de las sociedades. Pero a ello se opone una ética de la codicia, a ello se opone una ética del filibusterismo en donde la energía sirve simplemente como medio de acumulación de capital para unos pocos.

También hablamos de la soberanía energética, desde la perspectiva de la democracia; cuando la sociedades locales, cuando las comunidades locales, incluso las organizaciones populares, las articulaciones de organizaciones populares de un país, o internacionalmente, toman la decisión de defender la soberanía; como es el caso de la soberanía alimentaria o la soberanía energética estamos hablando de procesos democráticos, de procesos donde la gente auto constituye su mandato, se auto gobierna, tiene la posibilidad de decidir sobre el futuro de su proyecto de vida. Pero esta posibilidad la conculca, la coarta el tipo de decisiones que se toma de manera centralista por las grandes corporaciones transnacionales en asocio con elites nacionales o con elites transnacionales; que dejan sin posibilidad de participar en decisiones sobre la vida que se quiere tener, sobre el modelo de desarrollo que se quiere tener.

Hablamos entonces de soberanía energética cuando decimos que los procesos de decisión sobre las fuentes de energía y su uso estén en manos de las gentes y no de manera egoísta, sino de manera solidaria. Porque sabemos que hay unas condiciones de distribución geográfica de las fuentes de energía y probablemente hallan lugares que tengan más posibilidades de proveerse de energía que otros; acá es cuando hablamos de soberanía energética.

Estamos hablando de la solidaridad entre los pueblos; la unidad y la solidaridad entre los pueblos permite la soberanía popular de la que estamos hablando en el campo energético, donde la gente pueda compartir si tiene excedentes energéticos y pueda a su vez cuidar de que la energía se use, en todos los terrenos, para fines benévolos. Por que este es otro problema, la energía se usa de manera desbordante para productos inútiles; necesitamos que la energía se use para aquello que es esencial, para mantener la vida digna de los seres humanos, para aquello que es esencial para mantener la vida en el planeta; es otro asunto clave en la soberanía energética.

Hablamos de soberanía energética también cuando nos estamos refiriendo a la manera como usamos la energía en nuestra vida cotidiana, cómo actuamos también con o sin responsabilidad frente a los demás seres humanos y frente a la naturaleza. En nuestra vida cotidiana hacemos cosas en función del beneficio y bienestar de los seres humanos y de aquellos con quien compartimos el planeta. El consumismo que es el uso desbordado e inútil de la naturaleza es algo que esta en contra de esta posibilidad de la soberanía energética en la vida cotidiana.

Pero en la soberanía energética también podría considerarse la ecoeficiencia; procesos y procedimientos tecnológicos que contribuyan a ahorrar y salvar energía podría, contribuir a tener una soberanía energética

Hablamos de la ecoeficiencia a la vez que hablamos de la ecosuficiencia; son las dos cosas, ecoeficienca que significa procesos técnicos que contribuyan a salvar energía a salvar materiales y hablamos de ecosuficiencia para referirnos al uso apropiado de la naturaleza y de la energía. No basta que haya procesos técnicos ecoeficientes sino limitamos el consumismo, sino limitamos nuestra propia demanda de energía y materiales.

Pero cuando hablamos de los procesos técnicos tenemos necesariamente que referirnos a los derechos de propiedad intelectual sobre la tecnología. Para que haya posibilidades de que la sustentabilidad en el planeta avance se requiere que las tecnologías se compartan desinteresadamente, se requiere que la sabiduría, como lo han hecho los pueblos de nuestros continentes, se comparta, se requiere que se comparta la sabiduría y se requiere entonces, que no haya derechos de autor intelectual sobre la tecnología; porque estos limitan las posibilidades de democratización de acceso a la tecnología, limitan las posibilidades de uso de las tecnologías y limitan la posibilidad de que el mundo avance en función de la sustentabilidad.

Las reglas de comercio internacional que se organizan a través de los tratados de libre comercio o a través de las imposiciones de la organización mundial de libre comercio, tienen la tendencia a imponer privilegios de los países que concentran el desarrollo tecnológico sobre aquellos países que tienen dependencia tecnológica; estas reglas inequitativas no contribuyen a la soberanía energética; por eso la lucha por la soberanía energética es también la lucha contra la imposición de estos tratados de libre comercio y de estas normas que se imponen desde la organización mundial del comercio, con los instrumentos de comercio y financieros internacionales, como los bancos multilaterales, como las instituciones financieras del norte y como las instituciones financieras transnacionales.

En el mundo vienen organizándose diferentes fuerzas que defienden la soberanía energética. La vía campesina hoy habla no solo de soberanía alimentaria, sino también de la soberanía energética. Amigos de la tierra Internacional, las organizaciones ambientalistas en el planeta, las organizaciones indígenas hoy hablan de la soberanía energética como un propósito, pero también como una guía para la construcción de sociedades sustentables, democráticas y justas.

La soberanía energética es una condición para alcanzar un equilibrio climático en el planeta; sin soberanía energética no será posible restaurar la calma climática del planeta; solo mediante la lucha de los pueblos, como acabamos de presenciarlo en Bali, en la conferencia de partes de cambio climático, solo mediante la coalición y la unidad de los pueblos y de los movimientos sociales, es posible que detengamos la barbarie que se impone en el planeta y que detengamos esta destrucción de las condiciones de vida y de sustentabilidad, que se nos imponen por el capital y las transnacionales.

El movimiento de lucha por la justicia climática que se ha acabado de acordar en Bali, que comienza a tener sus primeros frutos, ha de ser en el futuro aquel movimiento que reivindique las víctimas del cambio climático, que reivindique las víctimas de este modelo pretroadicto y energívoro y que se erija como una fuerza mundial capaz de re-direccionar las negociaciones en le marco de la conferencia del cambio climático, en el marco de la convención del cambio climático, en el marco del protocolo de Kioto y a partir de allí sin duda será posible que las organizaciones mundiales aprendamos, compartamos y creemos condiciones para construir también localmente nuestra soberanía energética.

* CENSAT-Agua Viva / Amigos de la Tierra-Colombia.

http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2009031804

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