En las cumbres, todos los agostos caía alguna nevada que no eran muy importante en cantidad pero sí en calidad. Esa nieve aislaba el glaciar, lo que disminuía la pérdida de hielo y aumentaba la reflexión de la luz solar.
Madrid.- Los glaciares del Pirineo español han perdido el 88 por ciento de su extensión desde 1894, debido al aumento de temperatura y el descenso de las lluvias, según un estudio realizado por el gobierno.
El diario español El País indicó que el geógrafo francés Franz Schrader censó entre 1880 y 1894 los glaciares del Pirineo y si ahora volviera a recorrer la cordillera, sólo reconocería la silueta de las cimas.
Desde su estudio, los glaciares de la vertiente española han perdido un 88 por ciento de su extensión (de mil 779 hectáreas a sólo 206 en 2008), según un informe del Ministerio de Medio Ambiente que incluye datos de todos los glaciares del país.
Miguel Francés, jefe de aplicaciones tecnológicas del Ministerio de Medio Ambiente y coordinador del estudio Datos sobre la nieve y los glaciares en las cordilleras españolas (1984-2008), señaló que la 'disminución de los glaciares se ha acelerado en los últimos años'.
Sólo entre 2002 y 2008 las lenguas heladas del Pirineo perdieron 72 hectáreas, de 278 a 206, lo que supone una reducción del 25 por ciento.
En 1978, el gobierno instauró un programa para medir la nieve almacenada a fin de que los técnicos revisen su altura tres veces al año gracias a un sistema de pértigas repartidas por las cumbres.
Su objetivo principal era conocer cuánta agua solidificada había, y predecir el caudal del deshielo, pero con el paso del tiempo ha permitido analizar el retroceso inexorable de los glaciares.
En tanto, el geógrafo y presidente del Patronato de los Monumentos Glaciares Pirenaicos, Fernando Lampre, señala que ni un invierno tan frío como el actual cambia la tendencia.
'Necesitamos 20 inviernos como éste, porque es algo puntual. Si no, en 25 ó 30 años desaparecerán la mayoría de los glaciares y a mitad de siglo completamente', sentenció.
El estudio explicó que entre los factores que influyen en el retroceso, ha sido clave la disminución de las nevadas en verano.
En las cumbres, todos los agostos caía alguna nevada que no eran muy importante en cantidad pero sí en calidad. Esa nieve aislaba el glaciar, lo que disminuía la pérdida de hielo y aumentaba la reflexión de la luz solar.
Ahora esas nevadas de agosto son menos frecuentes.
Notimex
http://www.milenio.com/node/172878
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