Venezuela: Por cierto, ¡los ángeles yanquis no tocan este (ha)arpa!
El 10 de octubre de 2005 he publicado el siguiente artículo informativo que hoy es más actual que nunca, especialmente en vísperas de las elecciones importantes para la Revolución Bolivariana del 23 de noviembre de 2008.Por: Franz J. T. Lee
Hoy día, cuando tenemos esos dolores de cabeza extraños y miramos el cielo, muchas veces observamos formaciones de nubes muy raras que nadie ha visto antes; en realidad estamos presenciando las llamadas “chemtrails” (sendas químicas), generadas por operaciones como “Proyecto Hoja de Trébol” o HAARP. ¡Vaya! que nuestro clima ya no está bien.
De hecho, según Thomas Bearden ya no es natural desde hace tres décadas atrás. ¿Qué le pasa realmente a nuestra Madre Tierra? ¿Será que estamos matando la vida en nuestro planeta; se encuentra en agonía?
¿Qué es lo que sabe la mafia de los Bilderberg sobre el estado de salud de nuestro planeta?
¿Por qué no tenemos la más mínima idea de sus conocimientos? ¿Por qué esta élite prohíbe la publicación de sus discusiones y planes? En este caso específico, ¿qué hay de los derechos humanos?
Ya en 1992, la “National Academy of Sciences” (Academia Nacional de la Ciencia) estaba investigando métodos de la geo-ingeniería, es decir, cómo mitigar la rápida subida de los gases invernaderos en la atmósfera de la tierra. Tales esfuerzos finalmente llevaron al nacimiento de un proyecto llamado “Cloverleaf” (Hoja de Trébol), cuyos experimentos ocultos, junto a los de HAARP obviamente desarreglan el sistema meteorológico global y todas las condiciones climáticas naturales.
En lo que se refiere a las guerras y las armas climáticas, desde hace muchos años hemos advertido de manera continua especialmente sobre los proyectos de HAARP. Ultimamente hemos experimentado los extraños fenómenos climáticos como los diluvios devastadores de Vargas y Mérida en Venezuela, el Tsunami apocalíptico de Asia y ahora los mortales huracanes en el sur y sureste de EE.UU.
Porque muchos de nosotros ya estamos seriamente “desafiados” física y mentalmente y otros psicológicamente totalmente dopados con drogas y píldoras, como resultado de un eterno lavado de cerebro por todo tipo de campañas de desinformación por parte de los grandes medios de comunicación, la mayoría de nosotros ya no logramos escapar a los patrones centrales del “razonamiento” y del “pensar”. No somos capaces de inter-vincular las extrañas formaciones de nubes, las “contrails” o “chemtrails” con las armas mortales de destrucción masiva, con las guerras climáticas, con los terremotos artificiales, huracanes, inundaciones, sequías y tsunamis.
Peor aún, no somos capaces de realmente relacionarlos históricamente al comercio trasatlántico de millones de esclavos africanos, a la actual globalización, al patriotismo y el Apartheid estadounidense, al capitalismo mundial e imperialismo corporativo, al socialismo, al Marxismo, a la revolución mundial, a la masacre de un millón de “comunistas” en Indonesia dentro de pocos días, al golpe militar en Venezuela y a la Revolución Bolivariana.
Además, millones de nosotros no estamos plenamente conscientes de la reacción en cadena global fascista militar de los horribles males y crímenes contra la humanidad que se planifican y cometen diariamente por parte de un puño de poderosos grupos elitistas de gángsters, apoyados por sus respectivas fundaciones, agencias, lacayos y traidores internacionales: inter alia, el Genocidio Nazi a nivel global, que partió de la “Operation Paper Clip” estadounidense al “Proyecto para un Nuevo Siglo Americano”, que es nada más ni nada menos que el plan sistemático de Bush para “eliminar” la pobreza mundial; de experimentos militares como el “Proyecto Gripe Española” a aquellos de Ebola y SIDA; de la “Operación Pastel Amarillo” y especulaciones como el proyecto HAARP y “Proyecto Hoja de Trébol” a la militarización espacial y a crímenes absolutamente cardinales y capitales contra la Sociedad y la Naturaleza; y finalmente, del “Reichstagsbrand” (Incendio del Parlamento Alemán) a “Pearl Harbor” y directamente a las “Torres Gemelas”; del lanzamiento de las bombas atómicas encima de Hiroshima y Nagasaki a aquellas planteadas para Irán; de los empleados de las Torres Gemelas brutalmente asesinados a las mujeres y los niños inocentes e indefensos, masacrados en Kabul, Bagdad y Fallujah, al actual racismo mortal contra los afro-americanos que viven en condiciones miserables y de pobreza crítica en el sur de los EE.UU., al futuro terrorismo secretamente planificado en América Latina y Venezuela.
Millones de nosotros simplemente se tragan los cuentos de hada de la administración Bush, de la NASA y del Pentágono, con todo y ansuelo, plomo, cebo y tiburón envenenado.
¿Cuando aprenderemos a pensar por primera vez en la vida?
Durante la “Guerra Fría” eran los “comunistas” que acechaban detrás de cada esquina, listos para devorar a nuestros niños en cualquier momento, a robarnos toda nuestra “propiedad privada”, nuestros cepillos de dientes, vestidos, zapatos, hamburguesas, novias y esposas. Ahora es el demonio Bin Laden con su Al Qaeda, son los “terroristas” árabes.
A más tardar ahora, ¿es realmente tan difícil pensar, saber, razonar quien fue que voló en pedazos a las Torres Gemelas, también conocer las razones del por qué fue llevado a cabo este malvado acto? ¿O será que ya hemos perdido todas esas facultades humanas?
Es cierto, sabemos que ambos Bin Laden y Saddam Hussein estaban en la nómina de la CIA. ¿No nos podemos imaginar, que ésta les sigue debiendo muchos dólares por su fiel servicio en la globalización beligerante del capitalismo e imperialismo; como chivos expiatorios en el rescate de la hegemonía mundial de las Naciones Unidas, la cual actualmente se ve severamente amenazada por sus competidores China, Rusia y Europa?
Si realmente ya sabemos todo esto, entonces antes de ser acribillados por las balas atómicas de uranio empobrecido, ¿por qué no nos atrevemos de decirlo, por qué no le decimos la verdad al mundo? De todos modos, aquellos que todavía piensan, critican y resisten, se encuentran en las listas negras de los escuadrones de la muerte y los paramilitares a nivel global. Así que ¡díganlo ahora, hagan algo para evitarlo, o cállense para siempre! El Presidente venezolano Hugo Chávez lo dijo en Nueva York ante la ONU, ante todo el mundo, entonces ¿qué estamos esperando?
Ahora veremos qué es lo que nos espera. Cuando la “Guerra Fría” llegaba a su máximo en los años 60 y 70, la ex Unión Soviética estaba alardeando que poseía tecnología de modificación climática, que era nada más que una expresión eufemística para las armas climáticas de destrucción masiva. En 1976 los EE.UU. se "vengaron" contra la “red woodpecker” soviético y con esto se inició una generación de guerras climáticas que dura hasta el día de hoy. Sabemos que los EE.UU. poseen un arsenal de armas geofísicas que están experimentando permanentemente para mejorar sus resultados fatales.
El Presidente Bush, que de vez en cuando estaría informado sobre esas operaciones de guerras climáticas, en su típica manera torpe, muchas veces deja salir el gato de la mochila. En su reciente gira a Mississippi, Alabama y Louisiana, descuidadamente reveló secretos de seguridad nacional, diciendo: “No espero este viaje con ilusión ... Es como si la Costa del Golfo entera hubiese sido exterminada por la peor clase de armas que se puede imaginar”.
Sí, los EE.UU. poseen esta “peor clase de armas que podemos imaginar”, el único problema es que la “guerra de las ideas” fascista ya ha hecho estragos con nuestra imaginación sana.
Los científicos detectaron muchas cosas extrañas en el Tsunami asiático, igual que en el huracán “Katrina”; quien sabe, quizás Katrina también era un “tsunami” hecho en casa, que se descontroló. ¿O hasta será que cumplió totalmente sus macabros objetivos militares? ¿Quién era el culpable? ¿Bin Laden? A uno se le eriza la piel al leer lo que algunos investigadores sospechan: “... Katrina fue completamente dirigida a lo largo del paso que todos presenciábamos. Este paso resultó en un máximo daño a la infraestructura energética y de transporte y a la psiquis de aquellos que quedan susceptibles a otras tormentas para este año y los próximos. ¡Ay, Nueva Orleáns!” http://www.weatherwars.info/katrina.htm
Lo anterior se puede verificar solamente, cuando en el futuro continúan tales experimentos climáticos extraños en todo el globo, especialmente en los EE.UU. mismos. En este sentido también son muy “sospechosas” las recientes catástrofes “naturales” del terremoto del sábado 8 de octubre en Cachimira, Pakistán y las devastaciones históricas en Guatemala causadas por el huracán Stan, el jueves 6 de octubre.
En previos comentarios también habíamos advertido sobre el uso y abuso de la tecnología de Tesla. En los años 30, en vísperas de la siguiente guerra mundial, Nikola Tesla mismo advirtió sobre el descubrimiento de una horrible arma de destrucción masiva: “... un rayo de muerte, una arma para destruir centenares y hasta miles de aviones a centenares de millas de distancia” y su última arma para terminar toda guerra, el escudo de Tesla, lo cual nada puede penetrar. Sin embargo, ahora nadie más le prestó atención alguna al gran genio olvidado. Tesla murió en 1943 sin haber revelado jamás el secreto de esas armas y grandes invenciones”.
http://www.weatherwars.info/katrina.htm
Deberíamos recordar las negociaciones de SALT en 1975, donde Leonid Brezhnev prácticamente rogó limitar la producción de armas “más aterradoras que la mente humana ha imaginado”. Claro que se refirió al obús de Tesla en producción, que fue concluido luego y que es un láser de alta energía o arma de rayo de partículas. Claro, ya antes de esto, los científicos de la ex Unión Soviética también habían descubierto y modificado para el uso bélico los efectos de las ondas escalares de Tesla. (Para más información, véase: Aviation Week & Space Technology , July 28, 1980).
La verdad es que la ex Unión Soviética y los EE.UU. junto con sus aliados continuaron con experimentos ilegales y peligrosos que utilizan la tecnología de Nikola Tesla y Wilhelm Reich, es decir, están continuando con la fabricación, el almacenamiento y la instalación de armas climáticas mortales alrededor del planeta e incluso están militarizando ahora el espacio mismo.
Ahora tenemos una idea de lo que militarmente está pasando en Norteamérica y otras partes, de lo que se utiliza contra la resistencia iraquí y que los EE.UU. probablemente utilizarán en una eventual intervención latinoamericana y venezolana.
Lo primero que los merodeadores yanquis harían es destruir los depósitos de nuestras armas convencionales, nuestras instalaciones militares aún antes de que se pueden pasar las armas al ejército reservista y al pueblo para la defensa de su revolución.
En este contexto, en Africa, ya en los años 60, durante la fundación de la OAU (Organización de la Unidad Africana), que trató de convertir al Nacionalismo Africano, al Gandhismo y el Pan-Africanismo en Socialismo Africano, el Presidente Kwame Nkrumah de Ghana, entre otros asuntos, ubicó en la agenda como prerrequisito revolucionario de máxima urgencia la defensa militar colectiva de Africa, incluyendo la fundación de un Banco Africano y una moneda africana.
El Presidente Hugo Chávez declaró una “Guerra de 100 años” contra los EE.UU. en caso de que éstos se atreviesen a atacar a Venezuela y América Latina por medio de la intervención militar.
Pero ¿tenemos el conocimiento necesario, la tecnología y las armas para realizar esta tarea revolucionaria y emancipatoria? Si no, entonces es mejor que aquí en Venezuela comencemos de una vez a llamar a una espada espada, a un rayo láser rayo láser y a las balas de uranio empobrecido en el interior de una “madre de todas las bombas” simplemente guerra atómica de baja intensidad.
El tiempo se está acabando y también nuestra luna de miel revolucionaria. En el horizonte rojo de sangre de América Latina ya amenazan violentas batallas; la bomba de tiempo marca tormentas y huracanes.
Dr. Franz J.T. Lee
franz@franzlee.org.ve
http://vheadlinevenezuelaenespanol.blogspot.com/2008/11/guerras-climticas-haarp-vargas-mrida.html
lunes, 22 de diciembre de 2008
Guerras climáticas: HAARP, Vargas, Mérida, Katrina y la Revolución Bolivariana
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