El clima del planeta se ha caracterizado a lo largo de su historia por continuos cambios. La última glaciación menor, con consecuencias a escala global, fue la denominada Pequeña Edad del Hielo, que comprende desde el siglo XIV hasta mediados del siglo XIX o comienzos del XX. Investigadores del Departamento de Geografía de la Universidad de Valladolid, en colaboración con científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y la de Cantabria llevan más de una década estudiando las entrañas de los Pirineos y los Picos de Europa para reconstruir cómo fue este periodo en las dos cordilleras ibéricas y cómo afectó a los glaciares.
El catedrático de Geografía Física de la Universidad vallisoletana y coordinador del proyecto, Enrique Serrano, explica que a partir del estudio de los restos glaciares en estas dos zonas han logrado reconstruir cuatro fases “muy claras” de la Pequeña Edad del Hielo. Una primera caracterizada por una gran expansión glaciar que, en el caso de los Pirineos, culmina a mediados del siglo XVIII, otra de retroceso que se prolonga hasta principios del siglo XIX, una tercera marcada por un avance glaciar secundario y una cuarta de recesión glaciar general que hace que, en los Pirineos, la mayoría de los glaciares se transformen en heleros y en Picos de Europa, que dejen de existir a comienzos del siglo XX. Además de esta periodización, los estudios realizados en ambas cordilleras han permitido constatar que “la temperatura era un grado y medio más baja que la actual en los Pirineos y un grado en los Picos de Europa” así como que en los años 80 los glaciares han iniciado un colapso que llevará a su desaparición.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos se han valido del análisis de aspectos geomorfológicos en alta montaña, así como del estudio del ascenso de la línea de equilibrio glaciar, es decir, cómo ha evolucionado y cómo evolucionará el punto de inflexión del glaciar que, al llegar a cierta altura, deja de acumular masa. Próximamente comenzarán además a utilizar un escáner, que les permitirá medir la velocidad de desplazamiento de los glaciares rocosos.
Estas mediciones, que han realizado en un total de 9 glaciares en la cordillera pirenaica, han permitido estimar a los investigadores que “los glaciares en los Pirineos desaparecerán en los años 40”, una fecha que el investigador afirma, no se acortará aunque sigan aumentando las temperaturas, ya que “los glaciares tienen su propia dinámica”. Estas mediciones se han realizado en un total de 10 glaciares del área española de la cordillera, mientras que si consideramos el territorio francés, la cifra asciende a unos 21, que ocupan más de 490 hectáreas.
En el caso de los Picos de Europa, donde ya no existe ningún glaciar, el trabajo de estos investigadores es más reciente y desde hace aproximadamente dos años estudian los denominados heleros, o hielo glaciar que no se mueve, donde no hay un movimiento de la masa de hielo. El trabajo se ha iniciado con el único helero visible en la zona, llamado Jou Negro, ya que el resto permanece oculto bajo las rocas. En concreto, según precisa Serrano,”el trabajo aquí se está centrando en recomponer la masa que están perdiendo, midiendo su volumen y superficie, para lo que utilizamos técnicas geoeléctricas” que incluyen el uso de un georadar, para lo que cuentan con la colaboración de expertos de la Universidad de Extremadura, en concreto del área de Ingeniería cartográfica.
Estas, junto con el estudio de la respuesta del medio natural a la desaparición de los glaciares, son las principales conclusiones del trabajo que este grupo de científicos acaba de incluir en la revista The Holocene, una prestigiosa publicación que recoge investigaciones científicas en el campo del medio ambiente. Pese a no haber trabajado in situ en Sierra Nevada, el artículo publicado también hace referencia a esta cordillera, donde los glaciares, al igual que ocurrió en los Picos de Europa, desaparecieron a comienzos del siglo XX.
El 'Jou Negro', el único helero visible en los Picos
Los glaciares en los Picos de Europa desaparecieron a comienzos del siglo XX y lo único que queda actualmente son heleros, la mayor parte de los cuales permanecen ocultos bajo rocas. El estudio del equipo de investigación que coordina Enrique Serrano centra su trabajo en examinar el ‘Jou Negro’, el único helero visible y el de mayor tamaño que queda en la zona, con media hectárea de superficie, aunque prevén extender sus estudios al resto de heleros, así como a los neveros que aún quedan. Los estudios en esta zona se iniciaron hace dos años, aunque el catedrático de Geografía de la Universidad de Valladolid afirma que los primeros resultados no se tendrán hasta dentro de otros dos. Lo que se está haciendo en este helero es recomponer la masa de hielo que está perdiendo mediante el uso de técnicas geoeléctricasy geofísicas.
Fuente: DiCYT
domingo, 21 de diciembre de 2008
Reconstruyen cómo fue la Pequeña Edad del Hielo en los Pirineos y Picos de Europa
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