viernes, 17 de abril de 2009

Chile podría quedar sin agua fresca en 50 años

SANTIAGO, abril 17.- Michel Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) dependiente de las Naciones Unidas, advirtió que Chile en las próximas décadas podría tener serios problemas de abastecimiento de agua fresca producto del calentamiento global: “El derretimiento de los glaciares tendrá impacto en los recursos de agua fresca, agua para tomar, pues en muchos países como Chile ésta proviene del deshielo de glaciares, y si no hay glaciares no hay agua”, dijo el especialista en entrevista con Terra Verde durante su visita a Chile.

Michel Jarraud, científico y meteorólogo de las prestigiosas Ecole Polytechnique y Ecole de la Méteorologie Nationale de Francia, vino al país para participar en el simposio sobre "Cambio Climático" organizado por la Dirección Meteorológica de Chile con motivo de sus 125 años de existencia.

Hoy pensar que la temperatura global aumentará en dos grados está en las predicciones de los más optimistas, pues puede ser pero que eso. Esto significa que una gran fracción de Sudamérica será cada vez más seca, lo que tendrá impacto en la agricultura. Es muy probable que haya falta de agua fresca en la estación seca en muchos países”, anticipó.


Al respecto, Myrna Araneda, quien encabeza la Dirección Meteorológica en Chile, contó que si bien ha sido una tarea bastante larga y de ya varios años, el tema del cambio climático ya se ha ido insertando más allá del mundo académico. “Nosotros entregamos la información y el tema por años costó insertarlo, pero esto ya se logró en el mundo político y entre los encargados de elaborar las políticas públicas para frenar las emisiones. El daño ya está hecho y nos va a costar mucho recuperarnos, de modo que lo más importante es que en paralelo se elaboren políticas públicas de adaptación”.

“Como país ya sabemos en qué zonas habrá menos precipitaciones, que el desierto seguirá avanzando y que en otras regiones habrá más precipitaciones. Ya hay menos horas de frío, somos un país exportador de fruta y su calidad se basa en nuestro clima, por lo que hay que anticiparse a eso”, explicó. Según la directora del servicio meteorológico, en diciembre del año pasado se entregó a las autoridades el Plan Nacional de Acción para el Cambio Climático y ahora hay que operativizar ese plan. “Nos sentimos satisfechos de que el tema ya se insertara en la ciudadanía y en los tomadores de decisiones. Ahora cada uno debe aportar el grano de arena que corresponde para minimizar el cambio climático”.

No hay vuelta atrás
Michel Jarraud explicó que el problema del Co2 es que una vez que lo emites en la atmosfera éste se mantiene ahí por muchas décadas. “Pensemos que emites 1 tonelada de CO2. Luego de 30 años sólo el 50% de eso habrá desaparecido, por lo que toma mucho tiempo poder volver al nivel previo. Sin embargo el tema es que no estamos parando y que seguimos emitiéndolo”, explicó.

Con dos grados más la agricultura de muchas partes como África podría disminuir un 30% y en algunos países más a un 40% . “Si recordamos que el abastecimiento de comida ya es una pesadilla en África, con esto sólo se volverá peor y eso es una consecuencia muy seria”. También ya es claro que habrá un impacto en el sector de la salud, pues enfermedades que antes solo existían en regiones tropicales –como la malaria- se extenderán a otras regiones. “Por ello trabajamos muy cerca con la Organización Mundial de la Salud para anticipar el impacto del cambio climático y saber qué medidas se deben tomar”, comentó Jarraud.

“Hoy es muy optimista creer que vamos a quedarnos en un aumento de dos grados en el calentamiento global, probablemente será más que eso, pero el problema es que no será uniforme: será menos sobre el océano, más sobre la tierra y en lugares altos. También hay cambios en las precipitaciones y el ciclo del agua. Hay más riesgos de inundaciones en algunas partes y más riesgos de sequía en otras”, añadió.

Y si bien los tsunamis no son un fenómeno climático, con el nivel del mar más alto el impacto que tendrán será mucho mayor. Lo mismo con las tormentas y ciclones tropicales. "Si el nivel del mar hubiese sido 50 cm. más alto, lo que pasó en Nueva Orleans hubiese sido mucho peor".

El calentamiento de los últimos 100 años es del orden de ¾ de grado y eso pone en perspectiva lo que se espera. “Hemos visto impacto en el aumento del nivel del océano y muchas islas como Maldivas y Tuvalú están muy preocupadas. Para ellos 50 cm de aumento es dramático. Pero incluso para países más altos habrá muchas consecuencias, como la erosión costera que ya afecta a Senegal”, explicó. Según Jarraud muchos lugares consiguen el agua de pozos y si el nivel del mar sube ésta se mezcla con agua salada lo que impide que exista agua para riego y para el consumo.

Según el secretario general de la OMM, incluso si paráramos todas las emisiones de gases ahora enfrentaremos un aumento de 0,2 grados por década durante las próximas décadas. “Esto es un aumento significativo, no lo podemos evitar y al menos debemos adaptarnos a eso. También tenemos que estar seguros de que no lleguemos a un punto en que la adaptación se vuelva muy costosa o imposible, así que hay que tomar las dos medida en paralelo: disminuir agresivamente la emisión de gases y al mismo tiempo no ignoremos la realidad: hay que adaptarse a lo que no podemos evitar”, concluyó.

Por Anita Arriagada
Copyright Terra Networks Chile S.A.

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