martes, 21 de abril de 2009

Un estudio sobre el cambio climático predice un futuro sombrío para las aves de Europa

El Atlas Climático de las Aves Reproductoras de Europa [1] marca un avance importante para comprender los impactos potenciales del cambio climático sobre la avifauna. Este estudio muestra que en el curso del siglo XXI las condiciones climáticas forzarán a la mayor parte de las especies de aves a moverse a nuevas zonas de Europa. Para muchas de ellas esto supone un nuevo reto y, combinado con otras amenazas, implicará incluso un aumento en el riesgo de extinción de muchas especies [2].

El estudio, basado en el empleo de modelos de distribución geográfica potencial de las especies [3], predice que sin la acción inmediata contra el cambio climático, la futura distribución de una especie de ave típica de Europa se desplazará en promedio casi 550 kilómetros hacia el nordeste para finales de este siglo y se reducirá de media en un 20% respecto a su extensión actual. Para algunas especies, la distribución potencial futura no se superpone en absoluto con la distribución actual. Aves árticas y subárticas, así como algunas especies ibéricas, están destinadas a sufrir las mayores pérdidas de territorio.


Los cambios futuros para algunas especies que sólo se encuentran en Europa, o que actualmente cuentan con pequeñas poblaciones, verán aumentado su riesgo de extinción por el cambio climático [4].

El libro examina la distribución real actual y potencial futura de 430 especies de aves que se reproducen en Europa, a lo largo de más de 500 páginas. Ha sido publicado por la editorial catalana Lynx Edicions, especializada en libros de ornitología.

España destaca como uno de los territorios más sensibles al cambio faunístico provocado por el cambio climático. Muchas especies amenazadas podrían empeorar su estatus y para varias de ellas el riesgo de extinción resultante es tremendamente elevado. El atlas pronostica la extinción de especies tan emblemáticas como el urogallo o la alondra ricotí, y un grave empeoramiento de la situación de otras como el águila imperial o la avutarda. Aunque los modelos en los que se basan estas predicciones son teóricos y no se tienen en cuenta factores clave como la disponibilidad real de hábitat o la capacidad de dispersión de las especies, el estudio ofrece muchas claves sobre el modo en que el cambio climático puede afectar a la biodiversidad.

El Atlas no sólo muestra los mapas de futuras tendencias de distribución de cada especie que se reproduce en Europa para finales de este siglo, sino que también proporciona ideas para responder a este desafío. Sobre todo tenemos que proteger y conservar la avifauna de hoy, y asegurar las poblaciones de aves actuales, eliminando sus amenazas y así mejorando sus tendencias de conservación. Entre otras cuestiones, el esfuerzo debería ir encaminado a reforzar la Red Natura 2000. Las zonas mejor conservadas deben ser protegidas, gestionadas y conectadas para proporcionar "una espina dorsal para la diversidad biológica" y adecuarla a los cambios que llegarán. Al mismo tiempo, el territorio fuera de estas áreas debe hacerse más 'permeable' a los movimientos de las especies mediante corredores ecológicos de alta calidad, además de hacer posible un uso del territorio más sostenible.

En opinión de Alejandro Sánchez, Director Ejecutivo de SEO/BirdLife: "Este trabajo demuestra que la biodiversidad española está gravemente amenazada por el cambio climático y que debemos de tomar medidas drásticas y urgentes para minimizar sus efectos y evitar así que se produzca una regresión sin precedentes de nuestra avifauna. Para ello, debemos apoyar con renovado esfuerzo la consolidación de una Red Natura 2000 extensa y coherente que ayude a la biodiversidad a adaptarse a las nuevas condiciones.”

Notas para el editor
[1] El Atlas ha sido escrito por los profesores Brian Huntley (de la Universidad de Durham) y Rhys Green (RSPB/BirdLife y Universidad de Cambridge), y los doctores Yvonne Collingham y Steve Willis (ambos de la Universidad de Durham). Ha sido publicado por Lynx Edicions en colaboración con la RSPB, BirdLife International y la Universidad de Durham. Varias organizaciones han colaborado estrechamente en su edición como el European Bird Census Council (EBCC).

[2] Las predicciones presentadas en este Atlas están basadas en los efectos de un probable aumento de 3°C en la temperatura media global por encima de los niveles preindustriales. La distribución potencial futura de una especie describe el área geográfica que se espera que tenga a finales del siglo XXI (2070-2099) características climáticas similares al área ocupada actualmente por esa especie. La supervivencia de muchas especies dependerá de la disponibilidad de hábitat en estas nuevas áreas.

[3] El Atlas combina datos de campo del actual atlas de las aves de Europa con las simulaciones climáticas del IPCC, construyendo así mapas de la distribución geográfica teórica a finales del siglo XXI de la mayor parte de aves reproductoras de Europa. En todos los casos se han tenido en cuenta tres variables climáticas fundamentales: la calidez del clima (medida por el número medio de días por encima de 5ºC), el frío del invierno (temperatura media del mes más frío) y disponibilidad de agua (medida por la relación entre evapotranspiración real y potencial). Estos parámetros describen el 'espacio climático' que ocupa cada especie y a través de los modelos del IPCC que predicen el clima de finales del siglo XXI en Europa, bajo un escenario moderado de emisiones de gas de efecto invernadero, se elaboran los mapas de distribución potencial futura.

[4] ' La Red Natura 2000 ' es una red prioritaria para la conservación de naturaleza, cubriendo actualmente casi un quinto del territorio de la Unión Europea (casi un cuarto en España). Los Estados miembros de la UE la han puesto en marcha en el marco proporcionado por la Directiva de Aves y Hábitats. Más información sobre la Red Natura 2000:

http://ec.europa.eu/environment/nature/natura2000/index_en.htm

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