Derretimiento de hielos, elevación del nivel del mar, sequías, inundaciones, el agua es el primer elemento que sufre los efectos del cambio climático, dijo el experto Mark Smith, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Las consecuencias del recalentamiento planetario ocuparon el primer lugar de la agenda de la fase ministerial del Quinto Foro Mundial del Agua, celebrado recientemente en Estambul, Turquía.
Smith, experto en hidrología, agricultura y bosques y director de programa de la UICN, la mayor red ambientalista del mundo, reclama "sistemas de agua más robustos" para lidiar con las sequías e inundaciones extremas.
El recalentamiento parece destinado a continuar aun si "las emisiones de gases invernadero se detuvieran mañana", dijo. Es preciso preparar al mundo para "la nueva dinámica climática".
Lo que sigue es un resumen del diálogo que mantuvo con IPS en Estambul:
Aquellos sobre los que oímos hablar a la gente son las sequías, las inundaciones, las tormentas, el derretimiento de los hielos y el aumento del nivel del mar. Todos ellos tienen algo en común: el agua. El agua debe estar al frente y en el centro de las políticas de adaptación al cambio climático.
¿Qué regiones y países se verán más afectados, y cómo?
Si pensamos en sequía, debemos mirar hacia donde los modelos climáticos proyectan menos lluvia. Las regiones más preocupantes son el Mediterráneo, África meridional, América Central y Asia central. También vastos territorios de Australia, que sufren una sequía muy seria y prolongada.
En cuanto a las inundaciones, la preocupación se concentra en los deltas bajos. Hay algunos donde viven enormes poblaciones, como Bangladesh y Holanda, e incluso megaciudades como Shangai y Nueva York. Esos deltas también sufren las consecuencias del aumento del nivel del mar, y frente a este fenómeno son muy vulnerables, además, las pequeñas islas.
¿Puede prevenirse el cambio climático?
La comunidad científica llegó al consenso de que cierta parte del cambio climático es hoy inevitable. Aunque las emisiones de gases invernadero se detuvieran mañana, la concentración ya acumulada y el calor almacenado en los océanos significan que el recalentamiento continuará.
Lo que podemos hacer es reducir ese recalentamiento cortando seriamente las emisiones de dióxido de carbono, metano y otros gases invernadero de origen humano hasta estabilizar su concentración en la atmósfera.
¿Qué tipo de preparación se recomienda?
Necesitamos adaptarnos. Esto significa que necesitamos construir y operar infraestructura y organizar el modo en que vivimos de modo que resulte apropiado para la nueva dinámica climática, y no para el clima al que estamos acostumbrados.
Dado el impacto previsto en el agua, la alta prioridad es adaptar el modo en que el agua es manejada y la infraestructura que empleamos para almacenarla y drenarla y para brindar los servicios que la usan.
Necesitamos sistemas para el manejo del agua que puedan funcionar con inundaciones o sequías extremas, por ejemplo. Eso implica asegurar el funcionamiento de infraestructuras como plantas de tratamiento y represas. También implica asegurarnos de que las cuencas fluviales y sus ecosistemas estén en buena forma y no sufran degradación, porque la naturaleza, o la infraestructura natural de las cuencas fluviales, amortiguan los efectos del cambio climático. La naturaleza nos ayudará a resistirnos ante el fenómeno.
¿El cambio climático aumenta la posibilidad de conflictos por el agua?
Seguramente. En lugares donde la escasez de agua es una fuente de tensión, el descenso de las lluvias y de los ríos la aumentará. La posibilidad de conflictos entre comunidades o entre naciones se elevará, en especial donde existen otros problemas políticos presentes. La cooperación es un principio importante en el manejo del agua. Mejorarla en las cuencas internacionales ayudará a adaptarnos al cambio climático. (Tomado de IPS)
No hay comentarios:
Publicar un comentario