jueves, 9 de abril de 2009

Se viene el caos

Informes recientes indican que los lugares más fríos de nuestro planeta son la llave que podría abrir la caja de Pandora del cambio climático si los gobiernos del mundo fallan en las acciones necesarias para evitar que se abra.


Las contribuciones de ambos polos al cambio climático mundial deben ser el eje principal cuando los ministros del Consejo del Ártico y los países del Tratado Antártico celebren por primera vez en la historia una reunión conjunta en Washington del 6 al 17 de abril para celebrar el 50º Aniversario del Tratado Antártico y el Año Polar Internacional. Los países que gestionan ambos polos tienen una gran oportunidad para enviar un poderoso mensaje al resto del mundo.

Un informe del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (Scar, por sus siglas en inglés), reúne décadas de investigación sobre los efectos del cambio climático en el continente más frío. Este estudio climático de la Antártida es el más detallado e inquietante realizado hasta la fecha, y no solo destaca los efectos que ya están ocurriendo como consecuencia del cambio climático, sino que también proyecta los graves efectos que el calentamiento en la Antártida tendrá en el resto del mundo.

Los datos de mareógrafos y altímetros satelitales indican que en el decenio de 1990-2000, el nivel del mar mundial aumentó a un ritmo de 3 milímetros por año, más de lo proyectado por el Ipcc (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático). Los autores del informe prevén que el derretimiento de las capas de hielo antártico podría incrementar la tasa de aumento del nivel del mar este siglo, aún más.

La Corriente Circumpolar Antártica es la corriente oceánica más grande de la Tierra, uniendo las cuencas del Pacífico, el Índico y el Océano Atlántico, ejerce una poderosa influencia en la temperatura y las precipitaciones de todo el mundo y se ha calentado más rápidamente que el resto de los océanos del mundo. Los vientos del oeste, están adquiriendo más fuerza a causa del aumento de la temperatura global, han desplazado la corriente más al sur y están contribuyendo al calentamiento de la Península Antártica y parte de la Antártida Occidental, donde ya se han visto desintegrarse capas de hielo del tamaño de pequeños países.


La Península Antártica Occidental se ha calentado más de 2,5 grados centígrados en los últimos 50 años, cuatro veces más rápido la tasa media de calentamiento de la Tierra. En esta región, el agua más caliente y la disminución del hielo marino se han asociado y provocan la disminución de peces que dependen del hielo, el krill y las poblaciones de fitoplancton (componentes básicos de los ecosistemas marinos polares).

Los modelos climáticos indican que el promedio anual total de la zona de hielo marino en el Océano Austral se reducirá en un 33 por ciento para el 2100. Esto puede afectar a las poblaciones de especies que dependen del hielo, como los pingüinos emperador, y puede dar lugar a que ciertas especies antárticas sean desplazadas por especies subantárticas inmigrantes.

El aleccionador informe antártico debe leerse conjuntamente con la Evaluación del Impacto Climático en el Ártico de 2005 publicado por el Consejo Ártico y el Comité Científico Internacional del Ártico, así como con la actualización de este informe hecho el año pasado por WWF para el Consejo Ártico.

La imagen en el Ártico es igualmente sombría. Los informes destacan la pérdida de especies tales como osos polares, la destrucción del hábitat y la disminución de la capacidad del Polo Norte para actuar como termostato de los océanos y el clima del mundo.

La tasa de pérdida de hielo en el mar ha superado con creces las proyecciones de la mayoría de los modelos de computadora, y los científicos que estudian el hielo dicen ahora que en el plazo de una generación no habrá más hielo en el Ártico durante el verano.

Como consecuencia, el calor que normalmente se reflejaría en el hielo hacia el espacio será absorbido por el océano amplificando aún más el calentamiento global.

La evidencia científica en estos informes es clara, un aumento de la temperatura global de sólo dos grados centígrados podría ser suficiente para provocar cambios catastróficos en los ecosistemas de la Antártida y el Ártico.

Y esos cambios en las regiones polares también podrían ser un punto de inflexión para un cambio climático peligroso para el resto del mundo.


Muchas personas imaginan el cambio climático como un discreto calentamiento gradual con el paso del tiempo, pero investigaciones recientes indican que este puede no ser el caso. Este tipo de incrementos pueden provocar cambios veloces e irreversibles.

Esto significa que lo que ocurre con los pingüinos, los osos polares y todas las especies del Ártico y la Antártida hoy en día, puede sucederle al resto del mundo un poco más tarde, si no están dispuestos a unirse y evitar el cambio climático.

Es por eso que los ministros del Consejo Ártico y las naciones del Tratado Antártico necesitan hacer algo más que celebrar esta histórica reunión, estrecharse las manos y escuchar las palabras de estos informes inquietantes.

Ellos tienen que comprometerse a luchar contra el cambio climático - para influir en sus gobiernos para llegar a un acuerdo en Copenhague el próximo diciembre.

http://www.aimdigital.com.ar/ver_noticias.php?id_nota=88173

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