jueves, 23 de abril de 2009

Investigadores del IPE estudian el cambio climático en la Isla de Pascua

La Isla de Pascua no es una simple isla de la Polinesia, ofrece a los científicos la oportunidad de reflexionar y tomarla como metáfora para explicar qué le puede ocurrir a nuestro planeta, la Tierra, si abusamos de los recursos energéticos y de los recursos naturales.

El grupo de investigación Geomorfología y cambio global, dirigido por el investigador y director del Instituto Pirenaico de Ecología, Blas Valero, lleva cinco años investigando sobre el cambio climático en esta isla chilena, ubicada en medio del Pacífico. Se trata de une proyecto internacional de carácter multidisciplinar, denominado GEOBILA, que agrupa a geólogos, biólogos y geógrafos pertenecientes a universidades chilenas, a centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y diversas universidades españolas: Universidad de Zaragoza, Universidad de Barcelona y Universidad de La Coruña. Todos ellos trabajan comprobando el cambio climático, a partir del estudio de los lagos, que actúan de “sensores del pasado” para comprobar el cambio climático. Según explica este científico, a través de estos sedimentos, del polen, de diversos tipos de alga que se pueden encontrar en los lagos de esta isla, se puede estudiar y comprobar esa variación climática sucedida en los últimos miles de años, esa interrelación entre los recursos naturales y la acción humana en esta isla, comprobando cómo se han reducido los recursos naturales, cómo se ha llegado a la desaparición completa de los bosques tropicales y subtropicales y se ha alcanzado un alto nivel de deforestación.

En la actualidad, los 3.000 habitantes de Rapa Nui, como se conoce esta isla, viven en un área que ya estaba totalmente deforestada cuando los europeos la descubrieron a finales del siglo XVIII, pero que anteriormente contaba con bosques de árboles altos. Así lo aseguran estudios científicos botánicos, que apuntan como causa de este drástico cambio al “uso y abuso de la madera para la construcción del as esculturas o mohais, ya que esta práctica en un sitio tan pequeño y con recursos limitados, unida a otras causas, llevó al colapso de la sociedad”, explica este científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que establece un claro paralelismo entre ellos y nosotros. “Las condiciones de navegalidad del Pacífico son muy condicionales. Es la isla más alejada de cualquier otro lugar habitado, situándose a más de 3.000 kilómetros de Chile. Está perdida en medio del Pacífico Sur. Nosotros, los habitantes de la Tierra, tampoco podemos escapar del Planeta. Es importante que aprendamos a conservar los recursos naturales”, asegura el director del IPE.

Blas Valero expuso este paralelismo en la conferencia “Colapso cultural en la isla de Pascua. ¿Metáfora del Planeta Tierra?, con motivo de la celebración del Día de la Tierra 2009, celebrado por los geólogos de la Universidad de Zaragoza hoy miércoles. Esta celebración defiende un nuevo compromiso individual y social con el consumo responsable y sostenible y un futuro basado en la energía renovable. “En los últimos diez años hay una concienciación social sobre el cambio climático. La sociedad ha pasado de negarlo o considerarlo como cambio global mínimo a tenerlo en cuenta. Somos conscientes de que estamos alterando muchos ecosistemas de la Tierra. Es importante la rapidez y la capacidad social para actuar, al igual que las políticas de mitigación de emisiones de CO2 y del fomento de otro tipo de actuaciones”, asegura este científico, que alerta sobre la reducción de ecosistemas naturales, de las poblaciones que dejan de ser viables. “El crecimiento de la demanda de la energía no es a la par de los recursos, que son limitados. Ahora con la crisis económica que se habla tanto de ahorrar, debemos aplicarlo también al consumo de energía”, subraya el director del IPE.

Este científico asegura que este mensaje de concienciación no desea ser catastrofista. “La Isla de Pascua hoy en día es una destino turístico. Ha sido capaz de reinventarse, ante una situación de escasez de recursos y un aislamiento. No pudo hacer frente a ese periodo de cambio climático, pero a pesar de haber vivido varios colapsos ecológicos y sociales, demuestra que “no todo está perdido”.

Rosa Castro

http://www.aragoninvestiga.org/noticias/noticias_detalle.asp?id_noticia=3646&noticia=Investigadores%20del%20IPE%20estudian%20el%20cambio%20clim%C3%A1tico%20en%20la%20Isla%20de%20Pascua&id_categoria=506&categoria=Investigaci%F3n

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