Tel Aviv, 23 ene (PL) El primer ministro israelí, Ehud Olmert, encargó al titular de Justicia, Daniel Friedman, la defensa del gobierno hebreo frente a acusaciones internacionales de crímenes de guerra cometidos durante la agresión a Gaza, se informó hoy. Friedman encabezará una comisión interministerial que guiará la defensa legal de civiles y militares a los que autoridades palestinas y de grupos humanitarios extranjeros responsabilizan con la matanza de más de mil 300 personas, gran parte de ellas niños y mujeres. Además del propio Olmert, el equipo lo integrarán los jefes de las carteras de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, y de Defensa, Ehud Barak, quienes paralelo a la agresión conducían sus respectivas campañas de cara a las elecciones del 10 de febrero. La decisión se tomó después de que el fiscal general de Israel, Menachem Mazuz, anunció que se preparaba para una “ola de acusaciones internacionales sobre la operación en Gaza”, precisó el portal Ynet.
Datos de fuentes médicas palestinas y de la ONU refieren que unas cinco mil 300 personas sufrieron heridas, y más de 410 infantes perecieron, mientras otros sufren traumas psicológicos, además de que alrededor de 100 mil residentes quedaron sin viviendas.
Dependencias militares israelíes prohibieron la publicación de la identidad de los jefes de las unidades que tomaron parte en la ofensiva denominada Plomo Fundido, por temor a que sean inculpados a título personal por delitos de lesa humanidad.
Fuentes oficiales en Ramalah, sede del gobierno que preside Mahmoud Abbas en la Ribera Occidental, afirmaron que el ministro palestino de Justicia, Ali Kasham, conversó el jueves en La Haya con el fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo.
Kasham expuso varias evidencias de crímenes perpetrados por los invasores judíos en la Franja de Gaza, donde se estima que más del 65 por ciento de las víctimas fatales fueron civiles.
Aunque maniatado para tomar una decisión que detuviera de inmediato los bombardeos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó de inaceptable y desproporcionada la fuerza utilizada por Israel, y exigió juzgar a los responsables de esos excesos.
Ban incluso pidió se realice una “completa investigación” por organismos independientes para determinar la culpabilidad de quienes ordenaron atacar varias instalaciones de la ONU en la franja, incluidas escuelas y su sede central, con saldo letal para civiles.
Aunque Tel Aviv alega que sus tropas “hicieron lo posible” por evitar víctimas civiles, en reiteradas ocasiones dispararon contra ambulancias, camiones que trasladaban ayuda humanitaria y una veintena de mezquitas, además de edificios de vivienda y comercios.
jf/ucl
PL-22
viernes, 23 de enero de 2009
Israel prepara equipo para defenderse de cargos por crímenes en Gaza
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