lunes, 5 de enero de 2009

La UNESCO edita el primer mapa mundial de reservas de aguas subterráneas transfronterizas

Los acuíferos subterráneos albergan casi un 96% del agua dulce de nuestro planeta y la mayoría de ellos son transfronterizos.

Con motivo de la presentación en la Asamblea General de las Naciones Unidas del proyecto de Convención sobre los acuíferos transfronterizos, prevista para el 27 de octubre, la UNESCO acaba de editar el primer mapa mundial de los acuíferos compartidos por dos o más países.

Pese a la importancia estratégica de estas capas de agua subterráneas, hasta la fecha no habían sido objeto de un inventario a escala mundial. El Programa Hidrológico Internacional (PHI) de la UNESCO, que ha venido participando desde el año 2000 en la creación de una base de datos sobre las aguas subterráneas, presenta hoy un mapa detallado –accesible en línea– de los acuíferos transfronterizos, en el que se señala su localización, la calidad de sus aguas y su índice de carga hidráulica. Hasta la fecha se han localizado 273 acuíferos en el mundo, repartidos de la siguiente manera: 68 en las Américas, 38 en África, 65 en Europa Oriental, 90 en Europa Occidental y 12 en Asia.

El volumen del agua contenida en los acuíferos es cien veces mayor que el del agua de la superficie terrestre y esto hace que satisfagan una buena parte de la demanda en agua dulce de la población mundial. Desde mediados del siglo XX, el aumento de esa demanda ha hecho que se recurra cada vez más a los recursos hídricos de esas capas subterráneas. A nivel mundial, un 65% de esos recursos se destinan al regadío, un 25% a la alimentación humana en agua potable y un 10% a la industria.

Los acuíferos proporcionan más del 70% del agua utilizada en la Unión Europea y con frecuencia son la única fuente de abastecimiento de agua en muchas regiones áridas o semiáridas del planeta (100% en Arabia Saudita y Malta, 95% en Túnez y 75% en Marruecos). En muchos otros países, los sistemas de regadío recurren masivamente a los recursos hídricos de las capas subterráneas (90% en la Jamahiriya Árabe Libia, 89% en la India, 84% en Sudáfrica y 80% en España).

Se pueden encontrar acuíferos en todos los continentes, pero en algunas partes del mundo sus aguas no son renovables. Los de África del Norte y la Península Arábiga, por ejemplo, no se recargan porque se formaron hace unos 10.000 años, cuando el clima era más húmedo. En algunas regiones los acuíferos renovables alimentados regularmente por las precipitaciones atmosféricas también corren peligro, a causa de su explotación excesiva o de la contaminación. Los habitantes de las pequeñas islas y zonas costeras del Mediterráneo suelen explotar las aguas subterráneas a un ritmo superior al de su capacidad de renovación.

En cambio, los acuíferos de África, que figuran entre los más vastos del mundo, siguen sin explotarse suficientemente. Su potencial de abastecimiento en agua es muy considerable, a condición de que sus recursos sean objeto de una gestión guiada por el criterio del desarrollo sostenible. Habida cuenta de que muchos de ellos abarcan porciones de territorios de varios Estados, su explotación exige el establecimiento de dispositivos de gestión concertada para evitar, por ejemplo, que sus aguas se contaminen o sean explotadas abusivamente por uno de los países limítrofes.

En los últimos tiempos se han creado algunos dispositivos de ese tipo. El Chad, Egipto, la Jamahiriya Árabe Libia y Sudán, por ejemplo, establecieron en el decenio de 1990 un organismo conjunto para la gestión concertada del acuífero de arenisca de Nubia. Malí, Níger y Nigeria, en el marco de un proyecto de explotación del sistema acuífero de Iullemeden, llegaron a un acuerdo de principio sobre la creación de un mecanismo consultivo para su gestión.

El proyecto de Convención sobre los acuíferos transfronterizos, preparado por la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas en colaboración con expertos del Programa Hidrológico Internacional (PHI) de la UNESCO, tiene por finalidad colmar un vacío jurídico en la gestión de las aguas subterráneas. En el texto de esa convención, que será sometido el 27 de octubre a la Asamblea General de las Naciones Unidas, se invita a los Estados que comparten acuíferos a no causar daños en éstos, cooperar entre sí y velar conjuntamente por la prevención y el control de la contaminación de las capas subterráneas.

La UNESCO inició en 1999 el Programa Mundial de Evaluación y Cartografía Hidrogeológica (WHYMAP)* con miras a mejorar el conocimiento y la gestión de los recursos de la Tierra, y más concretamente de los recursos hídricos subterráneos. En 2000, el PHI adoptó la Iniciativa sobre la Gestión de Recursos de Acuíferos Transnacionales (ISARM) con objeto de hacer un inventario y evaluación de los acuíferos transfronterizos del mundo (localización, estimación del volumen, índice de recarga, etc.). Se inició una evaluación región por región para efectuar un inventario de carácter geográfico, en una primera etapa, y elaborar un repertorio de las disposiciones jurídicas de cada país referentes a la gestión de los acuíferos, en una segunda etapa.

* Con la participación de la Comisión del Mapa Geológico del Mundo (CCMW), la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas (AICH), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Instituto Federal Alemán de Geociencias y Recursos Naturales (BGR).


UNESCO

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