ÁNGEL DÍAZ |
La tecnología militar de nuestro Viejo Continente no está a la altura de las posibilidades que ofrece hoy en día la robótica, y la Universidad deberá jugar un papel fundamental, en coordinación con la industria y la Agencia Europea de Defensa (EDA), para tratar de salvar esta brecha en los próximos años. Uno de los proyectos más interesantes que se están a llevando a cabo en la actualidad es una investigación destinada a coordinar, guiar y controlar un sistema de robots que podrían trabajar juntos, bien sobre el campo de batalla o bien en el escenario de una catástrofe, para solucionar situaciones límite sin poner en riesgo vidas humanas. El proyecto, denominado 'NM-RS Networked Multi-Robot Systems', cuenta con una destacada participación española a través de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la empresa de ingeniería Sener. Se trata, según sus responsables, de desarrollar «técnicas y algoritmos [programas informáticos] destinados a controlar un conjunto de robots móviles autónomos que deben cooperar en actividades dentro de aplicaciones de defensa y seguridad». |
Los robots podrían, por ejemplo, reconocer con sus sensores un entorno peligroso y realizar un mapa detallado de la zona con los obstáculos y los adversarios, lo que permitiría reemplazar al personal de las fuerzas de seguridad que habitualmente realiza estas arriesgadas tareas de reconocimiento.
En el ámbito de la seguridad, también podrían encargarse de vigilar una zona para que no entren intrusos, en circunstancias en que las habituales cámaras de videovigilancia no son efectivas o se precisa que los sensores tengan movilidad. «Es aquí donde los equipos de robots, transportando los sistemas de percepción adecuados, pueden mostrar sus ventajas», estiman los ingenieros.
La iniciativa se encuentra en estos momentos en el ecuador de sus tres años de duración. Los investigadores acaban de concluir la primera versión de una simulación por ordenador de los sistemas de «guiado, navegación y control, percepción sensorial, comunicaciones inalámbricas en red y tácticas de coordinación móvil al más alto nivel tecnológico». Es decir, todo lo que necesita un robot para trabajar junto a otras máquinas y enfrentarse a situaciones de riesgo, siempre con la premisa de que, también entre los autómatas, la unión hace la fuerza.
El programa informático, que permitirá poner a prueba la viabilidad del sistema, simulará distintos terrenos tridimensionales con diversas clases de obstáculos, que los robots tendrán que superar de manera coordinada para llevar a cabo diferentes misiones.
«El objetivo final del 'NM-RS' es demostrar cómo equipos de múltiples robots que cooperan, con escasa participación humana, pueden realizar una gran variedad de tareas, propias de la defensa y la seguridad, de una manera más eficiente y robusta que robots individuales», tal y como explicaron a CAMPUS los responsables españoles del proyecto, que han colaborado con otras universidades y empresas de Alemania, Italia y Bélgica.
La investigación, que se espera que derive en la creación de prototipos para probar el sistema bajo circunstancias reales, se enmarca en la estrategia europea y de la OTAN para acercar los últimos avances en robótica a los ámbitos de la seguridad y la defensa, ya que los expertos consideran que existe una brecha entre la tecnología disponible y las necesidades militares.
UN 'PERRO GRANDE' QUE AYUDA A LOS SOLDADOS A LLEVAR SU CARGA
El empleo de robots militares como apoyo de las Fuerzas Armadas puede empezar con algo tan sencillo como usar a los autómatas como mulas de carga. un prototipo del cargador 'BigDog', desarrollado en Estados Unidos por la agencia estatal DARPA y diversas universidades, incluidas las Carnegie Mellon, Pennsylvania, Stanford y Florida.
http://www.elmundo.es/suplementos/campus/2009/536/1231887609.html
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