lunes, 26 de enero de 2009

Los suelos también sufren el calentamiento.

El calentamiento global no sólo afecta a la atmósfera. Según un grupo de investigadores de la Universidad Scarborough de Toronto , el cambio climático puede tener unos efectos desastrosos en los suelos, ya que se modifica la estructura molecular de la materia orgánica del terreno. Myrna Simpson, profesora de Química Ambiental de esta universidad canadiense explica que los suelos “contienen más del doble de carbono que la atmósfera”.

A través de su investigación, este grupo de científicos ha tratado de determinar de qué están hechos los suelos a nivel molecular y si esta composición cambia en un mundo más cálido, que es lo que predicen los estudios de los expertos del IPCC o Panel Intergubernametal para el Cambio Climático de la ONU.

Según sus previsiones, durante todo este siglo el aumento de las temperaturas será de entre 1,5 y 4,5ºC, con un promedio estimado de 2,5ºC.La materia orgánica del suelo es lo que permite que el terreno sea fértil y capaz de soportar la vida vegetal, lo que es de vital importancia para la agricultura. La materia orgánica retiene el agua en el suelo y evita la erosión. Ésta se está acelerando en todos los lugares del mundo y ya ha degradado unos 2.000 millones de hectáreas de cultivo. Cada año, la degradación de los suelos provoca una pérdida que oscila entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables, según datos de la investigación.


Energía y agua.

Los procesos naturales de descomposición de la materia orgánica del suelo proporcionan a las plantas y a los microbios la fuente de energía y el agua que precisan para crecer; en ese momento, el carbono es liberado a la atmósfera como subproducto de este proceso. Por todo ello, los científicos esperan que el calentamiento de la atmósfera acelere este proceso, con lo que finalmente se aumentaría la cantidad de CO² que se transfiere a la atmósfera.

La investigadora es tajante: “No podemos permitirnos el lujo de perder carbono del suelo, ya que aumentaría la erosión”. Pero considera como alternativa el carbono que está almacenado en el permafrost o suelo congelado del Ártico que, según algunos estudios, puede descongelarse hacia la mitad del siglo. “Tenemos que saber y comprender qué va a suceder con el carbono almacenado cuando los microbios sean más activos con temperaturas más cálidas”, ha añadido Simpson.

Resonancia para estudiar las moléculas.

Para realizar este trabajo, el equipo canadiense ha utilizado una instalación de Resonancia Magnética Nuclear, la única que hay en Canadá dedicada específicamente a la investigación sobre el medio ambiente.

De esta forma ha logrado obtener una perspectiva detallada de la estructura molecular del suelo, ya que esta técnica está pensada para obtener características físicas, químicas e información estructural de las moléculas. El experimento se realizó al aire libre, en un valle tras la universidad, para asegurar que los procesos de los ecosistemas estaban preservados. Con unos electrodos se calentó el suelo de 3 a 6 grados durante un periodo de 14 meses, y de esta forma los investigadores pudieron analizar la composición molecular del suelo a diferentes temperaturas.

Fuente: http://www.publico.es/ciencias/192389/suelos/sufren/calentamiento

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