miércoles, 7 de enero de 2009

Participación, energías renovables y medio ambiente

Por Manuel Martínez Opazo/ http://cianuronews.wordpress.com Desde fuera del poder

Debemos tomar conciencia de que es hora de un cambio radical de la Constitución en temas que conciernen a todos los que somos hijos de esta tierra; no se trata de artículos aislados, sino de un todo.

Hace unas semanas participé en la primera feria muestral de energías renovables en la Región de Antofagasta, instalada en dependencias del Ferrocarril Antofagasta-Bolivia, una iniciativa que se enmarca en el gran potencial que tiene la zona norte para desarrollar energías limpias que podrían contribuir a dar solución en gran medida a lo que es la crisis energética en la cual Chile se ve cada día más complicado.

Somos una sociedad que tenemos un problema de energía y nos empeñamos en dar malas soluciones introduciendo centrales termoeléctricas a carbón, cuando poseemos un desierto que tiene una radiación inmensa donde sería factible implementar la energía solar en serio. La corporación GEM nos invitó a visitar su proyecto de desarrollo de energía solar. Fue para la mayoría una experiencia alucinante. En un tren puesto a disposición para más de 300 invitados por el Ferrocarril Antofagasta-Bolivia, nos llevaron a más de 20 kilómetros fuera de Antofagasta, a donde existe un verdadero oasis levantado por los miembros de esta corporación. Allí tienen un vergel de hortalizas y plantaciones de parras, además de arboledas y hasta una pequeña granja de aves que posibilitan pensar en esa frase que dice que el desierto no está muerto, sino que sólo permanece dormido.

GEM, compuesta por un grupo de amantes de la inventiva, ha logrado crear varias fuentes de energía solar, posibilitando mantener desde un sistema que genera electricidad, permitiendo que un refrigerador cumpla su función de helar, pasando por lograr que un sistema de audio sea utilizado en perfectas condiciones, hasta mostrarnos cómo un motor posibilita que las ampolletas sean encendidas. Si bien la muestra suena muy atractiva e interesante, se ve mucho más desde el momento en que uno va comprendiendo que esta energía es posible, con voluntad y dejando de pensar en los intereses personales de unos pocos en desmedro de la mayoría. Está claro que cuando se niega este tipo de desarrollo energético y se da la posibilidad a la instalación de energías sucias, queda claro que más de un deschavetado está influyendo, importándole un carajo el resto.

Este 6 de enero una comisión investigadora ha solicitado que los seremis de la Región del Maule concurran a la Cámara de Diputados a explicar por qué dieron su aprobación como miembros de la Corema del Maule al proyecto Los Robles. Éste carece de una serie de rigurosidades frente al tema medioambiental, pero igual fue aprobado.

Cuando uno ve que otras energías son posibles, es difícil comprender por qué se empeñan algunos en hacer las cosas mal. Es cuando debemos comenzar a preguntarnos en qué parada están nuestras autoridades, a quiénes responden, con qué fin se mantienen en la postura poco elaborada que dan a la ciudadanía.

Es la primera vez que la Cámara de Diputados hará que los miembros de un gobierno regional en pleno concurran a una comisión investigadora a dar respuestas a una serie de preguntas. Seguramente más de algún facineroso justificará la instalación de estos monstruos contaminadores. Mas debemos entender que todo tiene su génesis, y si se permite la instalación de termoeléctricas en Chile, es gracias a las políticas mal elaboradas que permiten a personeros usar claramente el tráfico de influencias, decantando por lógica en la corrupción de aquellos funcionarios, ya sean los de confianza de la Presidenta u otros, que se atreven a faltar a los derechos constitucionales respecto a igualdad de oportunidades.

Es por ello que debemos tomar conciencia de que es hora de un cambio radical de la Constitución en temas que conciernen a todos los que somos hijos de esta tierra; no se trata de artículos aislados, sino de un todo, y para ello lo antes posible se debe hacer participar a la gente para cambiar la Carta. Lo digo porque la participación ciudadana, en temas tan profundos como el medio ambiente, es tomada muy poco en cuenta, enterándose la gente casi por casualidad. No es posible ser miembros activos de un Estado y ser vistos como entes pasivos, a los que sólo se integra en el momento de la recolección de votos.

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20090104/pags/20090104183221.html

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