Mariano Díaz Ochoa “prepara el terreno para legitimar la violencia”, aseguran pobladores
San Cristóbal de las Casas, Chis., 8 de julio. Habitantes de la Sección III Las Palmas, una de las comunidades del cerro Huitepec, confirman con su testimonio que el gobierno municipal priísta de Mariano Díaz Ochoa sostiene una campaña de “garrote y zanahoria” hacia las comunidades. La intención es obligarlos a respaldar el desalojo forzado de las bases de apoyo zapatistas en la reserva ecológica que éstos protegen en 102 hectráreas del generoso cerro sancristobalense.
Según el testimonio divulgado por Indymedia Chiapas, el domingo 6 de julio los pobladores de Las Palmas fueron convocados a una asamblea comunitaria, algo inusual, pues la anterior había sido apenas el domingo anterior. “Rápido entendimos, porque ya conocemos la estrategia del mal gobierno en su guerra de baja intensidad: crear divisiones entre los pueblos zapatistas y sus vecinos directos, comprando la ayuda de los últimos para justificar su posterior entrada armada”.
Añaden: “entendimos la manipulación que el alcalde intentó en la Sección III. Se nos hizo claro que la asamblea de la semana pasada empezó el proceso”. Y detallan que el 29 de junio, la comunidad discutió qué obras públicas “iba a permitir el gobierno” este año. De las dos propuestas (mejoramiento y ampliación de la red de luz pública, o construcción de caminos pavimentados), se eligió la primera, “reconociendo también la gran necesidad de la segunda. Ni modo, tuvimos que eligir”.
El lunes 30 tuvo la comunidad una entrevista con el edil para comunicarle la decisión. “Ahora nos enteramos del chantaje que impuso Díaz Ochoa a la comunidad, que ya lleva tres años pidiendo los trabajos de la Comisión Federal de Electricidad”. Los pobladores de Las Palmas identifican las tácticas contrainsurgentes del alcalde con el fin de obtener apoyo “para respaldar su intolerable política” de comunidades con necesidad de obra pública.
Este 6 de julio, la asamblea comunitaria se vio emplazada por el gobierno municipal a “decidir si aceptaríamos firmar en favor del desalojo de los zapatistas. Con cumplir esta condición, ahora sí veríamos empezar los trabajos tan necesarios para el pueblo”. Consideran esto “un juego infantil de las autoridades municipales, prometiendo recompensa o castigo”.
Acusan a Díaz Ochoa de intentar “comprar de antemano el silencio del pueblo Las Palmas, a través del cual tendrían que pasar los camiones de policías y militares el día que subieran a las antenas encima de San Cristóbal para quitar a los zapatistas de las tierras que ocupan, legítimamente, para protegerlas de las intenciones privatizadoras del gobierno”.
El grupo de “habitantes rebeldes” de la Sección III apunta que, “afortunadamente, la posición generalizada es no tomar parte en el conflicto, ni de un lado ni del otro”. Y se regocijan: “qué relajo al ver que la comunidad no cayó en la trampa oficial como sus vecinos de Los Alcanfores, quienes sí aceptaron las ventajas prometidas por el presidente municipal a cambio de su complicidad”.
Hubo “individuos” que “trataron de seducir a la demás gente” con los “beneficios materiales” en caso de apoyar al edil. “A pesar de su actitud agresiva, no lograron sus fines” y la Sección III sostuvo el acuerdo, expresado con anterioridad, “de no tomar parte en el conflicto, oponiéndose indirectamente al chantaje gubernamental”.
Sin embargo, “esta pequeña victoria”, dicen los testigos, “nos llama a ser más atentos aún ante los peligros que corren los zapatistas de la reserva del Huitepec”. El también empresario Díaz Ochoa “prepara el terreno para legitimar la violencia” contra los zapatistas. “Sus sucios tentáculos están ya moviéndose para dividir con el poder del dinero y del autoritarismo”, concluyen.
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/09/index.php?section=politica&article=013n1pol
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