martes, 1 de julio de 2008

Proa al sur bajo el mando de la IV Flota

ashington, 30 jun (PL) Buques artillados de la Marina estadounidense podrán orientar proa al sur y emprender desde mañana sus travesías por las aguas de América Latina y el Caribe bajo el mando de la IV Flota.

La estación naval de Mayport, en la Florida, será el cuartel general de esta fuerza, cuya esencia intervencionista ha sido denunciada por varios estadistas, en particular el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.



La IV Flota nació en 1943 en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, con la misión de proteger la navegación y combatir los submarinos de la Alemania nazi. En 1950 fue desactivada, al ser considerada innecesaria por la cúpula militar en Washington.

El jefe de operaciones de la Marina, Gary Roughead, alegó que el renacer de esa flota este 1 de julio refuerza el interés de Estados Unidos en el área "empleando fuerzas navales para fomentar confianza entre las naciones a través de esfuerzos de seguridad colectivos que se concentren en amenazas e intereses comunes".

Las riendas de la agrupación están en manos del vicealmirante Joseph D. Kernan, cuya trayectoria en las fuerzas armadas norteamericanas incluye un amplio capítulo con los SEAL, grupos de operaciones especiales de la Marina.

En un artículo intitulado "Respuesta hemisférica yanqui: la IV Flota de intervención", Fidel Castro se refirió recientemente al resurgir de esa fuerza militar.

El líder cubano afirmó que los portaaviones y las bombas nucleares con que se amenaza a nuestros países sirven para sembrar el terror y la muerte, pero no para combatir el terrorismo y las actividades ilícitas.

"Lo real es que la decisión de restablecer la IV Flota se anuncia en la primera semana de abril, casi un mes después que el territorio de Ecuador fuera atacado con bombas y tecnología de Estados Unidos y por presión suya, matando e hiriendo a ciudadanos de diversos países, lo cual causó profundo rechazo entre los líderes latinoamericanos en la reunión del Grupo de Río que tuvo lugar en la capital de la República Dominicana", recordó Fidel Castro.

El presidente Chávez reiteró la semana pasada que el gobierno del país norteño se ha declarado adversario numero uno de Venezuela y amenaza con su IV Flota, ante lo cual Caracas reafirma la decisión de seguir fortaleciendo la defensa.

Ya en mayo, en un programa radiotelevisado, Chávez había advertido que si hubiese una agresión a Venezuela esa fuerza naval pudiera quedar sepultada, hundida. "La atacaríamos por cuatro flancos", subrayó.

Por su parte, el presidente Morales dijo por esos días estar convencido de que Estados Unidos restablece esa maquinaria bélica para seguir buscando agresiones contra América Latina.

En recientes declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente del Centro de Estudios de Información de la Defensa de Cuba, Manuel Carbonell, afirmó que la reactivación de la IV Flota es parte de la respuesta de la Casa Blanca al vacío existente en su agenda de seguridad en el hemisferio.

"Estados Unidos se quedó sin agenda política, de seguridad y defensa en América Latina, especialmente con la administración del presidente George W. Bush, se ha dado cuenta de que cometió un error y está tratando de subsanarlo con ese reforzamiento", subrayó el académico.

En su opinión, durante los últimos años los gobiernos norteamericanos se dedicaron a fomentar divisiones entre las naciones del continente en esos temas, lo cual generó visiones diversas sobre las amenazas que en cada caso podrían influir en su defensa.

"El mecanismo hemisférico de defensa y seguridad que se articuló bajo la tutela de Estados Unidos está en quiebra, y como parte de él agonizan la Junta Interamericana de Defensa y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Todo esto está en quiebra", afirmó el experto.

Y una fórmula para solucionar el problema -indicó Carbonell- es la resurrección de la IV Flota.

Según el experto, la decisión de dar nueva vida a ese contingente es expresión de la línea de pensamiento de los círculos más reaccionarios de Estados Unidos, tal como ocurrió en época del presidente Ronald Reagan, el Programa de Santa Fe y la reactivación del Comando del Caribe en 1981.

"Evidentemente están pensando en las fuentes de petróleo de nuestro continente, en el Cono Sur, en el Caribe. América Latina es un importante proveedor de materias primas, y ellos quieren volver a retomar lo que perdieron", enfatizó el analista.

Carbonell recordó que con la salida del Comando Meridional de Panamá al finalizar el siglo pasado, la jefatura de ese contingente se trasladó a Miami y el Ejército Sur a Puerto Rico, de ahí que la presencia militar estadounidense se redujo a las llamadas locaciones de seguridad cooperativa, de manera bilateral.

"Por ello es que la IV Flota marca un viraje, una tendencia que se mantendrá durante los próximos años, con un incremento en la actuación de las fuerzas del Pentágono en la región", vaticinó.

Si la Casa Blanca encuentra una solución a los conflictos en los que está inmersa en Iraq y Afganistán, y repliega todas esas fuerzas y medios, las amenazas contra nuestra región se van a incrementar, estimó Carbonell.

"Es muy probable que esta flota se fortalezca, tanto en su componente aéreo como naval, incluso se refuerce el Comando Sur, en la perspectiva no se observa una disminución, sino un incremento en todo el dispositivo bélico en el hemisferio, y como objetivo está el petróleo", reiteró.

jf/et

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