Los programas nacionales e internacionales de salud deberán ser revisados para hacer frente a las presiones que surgen del cambio climático, afirma el Nobel de la Paz Osvaldo Canziani.
Malaria a 3.000 mts de altura en los Andes, olas de calor que dejan miles de muertos en Europa, preocupación por la salud de los niños entre los médicos argentinos...
El calentamiento del planeta nos enfrenta a condiciones que hace unos años no eran previsibles.
Lo hace de manera directa expandiendo el área de infección de los vectores / transmisores de enfermedades, por efecto de inundaciones y sequías, etc, e indirectamente, afectando la producción de bienes y servicios de los sistemas naturales y los manejados por el hombre (p.e. la agricultura y la pesca), generando situaciones de malnutrición y hambruna.
Consecuentemente, los programas nacionales e internacionales de salud deberán ser revisados para hacer frente a las presiones que surgen del cambio climático. Es uno de los problemas en que está insistiendo el IPCC.
Es claro que cuando hablamos de cambio climático no nos referimos sólo a las temperaturas máximas y mínimas que, como es sabido, originaron miles de muertes por olas de calor en los últimos años. (En agosto de 2003, en una situación de olas de calor muy intensas en comunidades no preparadas, más de 14.000 personas murieron en Francia, sobre todo de edad avanzada).
MAYOR HUMEDAD, MÁS INSECTOS
También hablamos del aumento de humedad. El efecto invernadero, causa del calentamiento del planeta, ha aumentado marcadamente la evaporación de los océanos. Por ello, las masas de aire contienen mayor humedad.
Esta condición hace, por ejemplo, que algunas especies de insectos, como ocurre con acáridos infectados, sean portadores de enfermedades.
Los nuevos problemas en materia de salud surgen de condiciones que, hace unos años atrás, no se preveían.
Tal es el caso de la llamada enfermedad de Lyme, respecto a la cual ha aumentado el área geográfica de acción de los acáridos.
La enfermedad tiene el nombre de una ciudad vecina a Massachussetts, donde empezaron a notarse perturbaciones neurológicas en gente que había sido picada por acáridos infectados. La enfermedad puede causar la pérdida de sensaciones de olfato y tacto, así como de movimiento e, inclusive la muerte del infectado.
Los nuevos problemas en materia de salud surgen de condiciones que, hace unos años atrás, no se preveían.
En la actualidad las regiones de latitud alta, que eran más frías, al ser calentadas por efecto invernadero, permiten ahora la presencia de insectos vectores de enfermedades (p.e.mosquitos, moscas y acáridos). Además, en ríos y lagos hoy pueden desarrollarse y trasladarse especies de caracoles de esquistosomiasis, una enfermedad parasitaria.
Algo semejante ocurre con la altura. Un informe del gobierno de Bolivia ha notificado la presencia de malaria a 3.000 metros. Otra información, en este caso del gobierno ruso, señala que se han registrado casos de malaria en Siberia.
Algunas especies de mosquitos, como el Anopheles aegypti, transmisor del dengue, pueden sobrevivir hasta temperaturas de 11 grados -algo difícil de entender cuando normalmente pensamos que los mosquitos tienen su habitat en áreas tropicales húmedas.
ARGENTINA: PREOCUPACIÓN POR LOS NIÑOS
Dictando clases en la Sociedad de Médicos del Medio Ambiente en Argentina, los profesionales médicos me han expresado su preocupación ante el posible impacto del calentamiento global, sobre todo en los niños. El problema crítico no es en Buenos Aires, donde todavía hay agua de buena calidad, sino en las zonas aledañas, donde el agua no es segura.
Los médicos han registrado mayores incidencias de infecciones en los niños y problemas diarreicos, debido a las mayores lluvias e inundaciones
En algunos casos, como ocurre, por ejemplo en la ciudad de La Plata, donde mucha del agua que se provee en las cañerías es agua subterránea, hay un problema con la falta de alcantarillado, por lo que existen muchos pozos negros. Sus infiltraciones, hacia las napas de agua subterránea, causa la nitrificación del agua. Los procesos bioquímicos de la bacteria fecal generan nitritos y esto hace que el agua de pozo resulte letal paran niños pequeños.
A este respecto, es sabido que a un niño que tiene menos de un año no se le puede dar un pedazo de jamón o u otro chacinado tratado con nitritos porque el nitrato lo intoxica.
Si eso ocurre en el agua, en ciudades por ejemplo donde el pozo negro está cerca de una fuente de agua, esto será un gran problema para los pequeños. Los médicos han registrado mayores incidencias de infecciones en los niños y problemas diarreicos, debido a las mayores lluvias e inundaciones.
Uno de los problemas más serios es que está faltando información.
Recién ahora los médicos en los países en desarrollo están pensando en el impacto del cambio climático en la salud.
El llamado del IPCC es urgente. El sistema climático está cambiando, las condiciones de las enfermedades se van a modificar y es hora de revisar los programas de salud para estar mejor preparados.
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7498000/7498393.stm
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