EL ÁRTICO PODRÍA QUEDAR LIBRE DE HIELO EN TAN SOLO SEIS AÑOS

SERVIMEDIA

Esta región se calienta dos veces más rápido que el resto del planeta, según un informe - En 2007 se redujo la superficie helada hasta alcanzar las previsiones esperadas para finales de siglo

MADRID, 04-JUL-2008

El océano glaciar Ártico podría quedarse libre de hielos en verano en un plazo de entre seis años y una década, según alertó hoy Carlos Duarte, investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Así lo recogen las predicciones del informe "Impactos del calentamiento global sobre los ecosistemas polares", que presentó este experto en una rueda de prensa en Madrid y que ha contado con la colaboración de científicos y ecólogos alemanes, canadiense, británicos y españoles.

Según esta investigación, el Ártico se calienta a un ritmo de 0,4 grados por década, dos veces más rápido que el resto del planeta.

Mientras, el hielo antártico ha perdido 8.000 kilómetros cuadrados de hielo en los últimos 50 años, la placa del Ártico retrocedió en verano de 2007 unos 18 kilómetros diarios, reduciéndose a hasta 4,1 millones de kilómetros cuadrados, tasa que un año antes se preveía para finales del siglo XXI.

Esta pérdida "tan abrupta" de hielo ártico en el verano de 2007 equivale, según indicó Duarte, a la sufrida en esta región en los últimos 15 años.

La comunidad científica baraja entre sus causas la entrada de aguas más cálidas del Pacífico y el Atlántico, de una masa de aire caliente y a una mayor radiación solar debido a una cobertura de nubes inferior a la normal, pero considera que "sigue habiendo algo que se les escapa" para explicar lo sucedido.

No obstante, Duarte alertó de que estos "records" podrían superarse este año. "Habrá que esperar a septiembre para ver qué ocurre, pero posiblemente veamos un deshielo similar e, incluso, más acelerado", subrayó este experto. Según dijo, las temperaturas de mayo en el Ártico ya estuvieron entre dos y tres grados por encima de las habituales.

CONSECUENCIAS El informe, editado por la Fundación BBVA, alerta de que las pérdidas de hielo en el Ártico y la Antártida tienen importantes consecuencias y podrían afectar a procesos fundamentales para el resto del planeta, como el clima y el aumento del nivel del mar, así como a la estabilidad y supervivencia de la fauna autóctona, como los osos pardos, focas, morsas y pingüinos.

"Si en pocos años el Ártico pasa a ser enteramente azul, podrá alterar el motor que pone en marcha las corrientes oceánicas y dar lugar tanto a enfriamientos bruscos en las latitudes altas del hemisferio norte como a un mayor calentamiento en áreas tropicales", señaló.

En la Antártida, por su parte, el incremento de la temperatura media ha propiciado la llegada de especies invasoras, como ratas, que, capaces de sobrevivir a los inviernos en la zona, están desplazando a especies autóctonas.

Además de las consecuencias climáticas, Duarte advirtió de la "fiebre del oro" que ha suscitado el deshielo acelerado entre los estados ribereños, pugnando por la explotación de recursos que hasta ahora habían permanecido bajo el hielo y que pueden representar hasta el 25% de las reservas mundiales de gas y petróleo.

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