viernes, 11 de julio de 2008

El precio del clima

11/07/2008

Los bakumbule son una de las 17 tribus que habita en Kivu norte. El proyecto de la reserva requería unir la conservación medioambiental y el desarrollo de las infraestructuras. El tiempo ha pasado y no se ha hecho nada.

Oskar Epelde

La selva de Kisimba e Ikobo es la tierra donde viven los bakumbule, uno de los 17 clanes de la etnia nande de Kivu norte. Cuando terminó la guerra, las autoridades tradicionales de Kisimba e Ikobo decidieron fundar la Recopriba, la Reserva Comunitaria de Primates de los Bakumbule. De la guerra, los bakumbule aprendieron que tenían que proteger sus tierras contra los invasores y el concepto 'Reserva Comunitaria' garantizaba que las leyes de sus costumbres serían respetadas y que el poder no sería usurpado. Además, creyeron que la lucha internacional contra la deforestación de Africa y contra el cambio climático les permitiría encontrar ayudas para construir escuelas, hospitales y carreteras.

Según la Fundación conservacionista estadounidense Dian Fossey Gorilla Fund, en estas colinas habitan algunos de los últimos gorilas Grauer, una especie en grave peligro de extinción.

El proyecto de la reserva se aprobó gracias a que existía la oportunidad de unir la conservación medioambiental y el desarrollo de las infraestructuras. Para los jefes y notables de estos pueblos abandonados y olvidados era cuestión de permitir la conservación de gorilas a cambio de que se hicieran caminos, escuelas y centros de salud para las cerca de 100.000 personas que habitan Kisimba e Ikobo.

Los profesores de esta escuela son de Mwezo, que está a 40 kilómetros de aquí, y han sido enviados por la diócesis católica, pero han pasado meses desde que llegaron y todavía no han cobrado su sueldo. Los padres han construido la escuela y pagan 100 francos al mes por cada niño para los profesores.

Luchas y bandidismo

Dian Fossey y los directivos de la Recopriba aseguran que es imposible hacer inversiones por causa de la guerra y el bandidismo de los grupos armados. La única acción de desarrollo hasta ahora ha sido un pequeño centro de salud en Mindjendje.

El frente de batalla con el General rebelde Nkunda está ahora en Kalembe y el camino y las aldeas hasta llegar allí están bajo el control de milicianos de Pareco, los Patriotas Resistentes Congoleses, que junto al FDLR y los mai-mai luchan contra las tropas de Nkunda, aunque hace unos días se enfrentaron entre ellos, y la población de Kalembe ha huido.

Los agentes de Dian Fossey Gorilla Fund y los cargos directivos de la recién fundada Recopriba firmaron un contrato en el que se recogían las promesas de desarrollo que habían hecho a los bakumbule. A cambio de crear la reserva para gorilas se comprometieron a financiar en tres años la construcción de escuelas, caminos y centros de salud, pero el tiempo ya ha pasado y no se ha hecho nada.

La Recopriba hizo su trabajo en los pasillos del gobierno congolés y un repentino decreto del ministro de medio ambiente creó la RPKI, la 'Reserva de Primates de Kisimba e Ikobo' y el adjetivo comunitario desapareció del proyecto.

El decreto delimita una superficie aproximada de 1.400 kilómetros cuadrados y, copiando al pie de la letra la ley de parques de la época colonial, prohibe toda actividad humana dentro de la reserva: cultivar, cazar, cortar árboles... No hace ningún tipo de distinción entre las zonas habitadas, las tierras vacantes o las colinas donde se supone que habitan los gorilas. No hace mención a la consulta popular que exigen las leyes medioambientales congolesas y cita una 'declaración de tierras vacías' hecha por Floribert Ntandu y Gilbert Machozi, en su calidad de jefes de Agrupación de Kisimba e Ikobo. El artículo cuarto del decreto dice que la reserva debe contribuir al desarrollo de las poblaciones ribereñas, con la construcción de carreteras, escuelas, hospitales... etc.

Las comunidades locales entendieron que se trataba de una ley que pretendía echarles de sus tierras, al igual que ocurrió cuando se crearon los parques naturales en la época colonial. Las comunidades locales vieron el decreto como una prueba irrefutable de que sus tierras con ellos dentro caerían en manos de una fuerza ajena, capaz de manipular a los directivos de la Recopriba.

La asamblea de representantes de Kisimba e Ikobo reunida en Goma acordó pedir la abrogación del decreto ministerial y algunos vecinos atacaron la sede que la Recopriba estaba construyendo en la selva y se apropiaron del tejado para traerlo aquí, a la escuela de Mpeti.

La Reserva de Primates de Kisimba e Ikobo, ahora llamada RPKI, y la reserva de Tayna, ambas creadas en el 2006 por decretos del mismo ministro, son sólo las dos primeras de un total de ocho que unidas formarían un corredor de reservas naturales entre los parques nacionales de Maiko y Kahuzi biega. Este es el proyecto en el que trabaja desde hace años la fundación Dian Fossey en alianza con otras organizaciones conservacionistas norteamericanas, filiales de USAID, la Agencia de Ayuda internacional de Estados Unidos. Una extensión tan grande como Canadá que sería gestionada por las comunidades locales a través de Ugadec.

Este reportaje podrá verse íntegro en el programa 'Rutas de Solidaridad/Elkartasun Bideak', que se emitirá el sábado en ETB-1 a las 13:00 horas y el domingo en ETB-2 a las 11:25 horas.

http://www.eitb24.com/noticia/es/B24_104843/internacional/RESERVAS-NATURALES-EN-AFRICA-El-precio-del-clima/

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