lunes, 25 de mayo de 2009

La guerra por los recursos

alan miranda

Afganistán es una pieza fundamental para el desarrollo del creciente negocio de extracción y comercialización de los hidrocarburos y otros recursos naturales descubiertos en Asia central durante el último cuarto de siglo, situación que lo hizo atractivo para la ocupación estadunidense, afirmó Sher Jan Ahmazaid, investigador del Centro de Estudios sobre Afganistán, de la Universidad de Nebraska.

“Afganistán es considerado el único camino seguro para que el gas y el petróleo de Asia central fluyan a India y de ahí al resto del mundo”, dijo a Excélsior vía telefónica desde la ciudad de Omaha.

Así lo afirmó también el historiador Lutz Kleveman, de la London School of Economics en su libro The New Great Game (El Nuevo Gran Juego), cuyo nombre hace alusión al conflicto que sostuvieron Rusia y el Imperio Británico durante el siglo XIX, para tomar el control de la región .

“La mayor diferencia en el Gran Juego de hoy son los botines. Mientras que en el conflicto de la era victoriana, Londres y San Petersburgo competían por el acceso a las riquezas de India, el nuevo Gran Juego se concentra en las reservas energéticas alrededor del Mar Caspio, principalmente petróleo y gas”, explicó Kleveman en el texto.

Hipótesis similares fueron formuladas para explicar la invasión de Irak incluso por figuras relevantes de la política estadunidense y británica, puesto que dicho país ocupa el segundo lugar en reservas petroleras probadas a nivel mundial.

“La guerra de Irak es en gran parte sobre el petróleo”, escribió en sus memorias, publicadas en 2007, el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, aunque después sostuvo que la frase había sido sacada de contexto.

“La guerra de Irak fue el primer conflicto de este tipo, la primera de las guerras por los recursos”, dijo más recientemente David King, ex consejero para las políticas científicas de Reino Unido.

No obstante, el discurso oficial ha sido y es que estos países, además de Pakistán, servían de refugio a grupos terroristas que ponían en peligro la

seguridad mundial. Ahmazaid, quien es afgano, está de acuerdo con este argumento, pues a diferencia de otras naciones, sostiene, EU parece tener sólo la intención de eliminar a los grupos terroristas.

“Muchos imperios vinieron para conquistarnos, pero esta vez es distinto. Ellos vinieron a ayudarnos”, señala.

En cuanto a los motivos para la incursión armada estadunidense, dice que la ubicación geopolítica de Afganistán “fue parcialmente importante, pero no completamente. No pudo haber sido la única razón”.

“Si no hubiera un gobierno estable, habrían podido construir el gasoducto sin ir a la guerra. El gobierno habría sido capaz de asegurar las rutas para ellos”, agregó.

Para muchos, explicar la incursión armada en Afganistán, uno de los países menos desarrollados del mundo, del mismo modo que la de Irak, no parecía lógico, debido a la evidente diferencia de recursos.

Afganistán había permanecido en segundo plano durante la mayor parte de la ocupación de Irak, pero eso está cambiando, como lo demuestra el presupuesto de 65 mil millones de dólares que fue asignado al Departamento de Defensa para operaciones en el año fiscal 2010. Ésta es la primera ocasión que dicha suma supera los recursos asignados a Irak.

Pero no sólo ha aumentado el presupuesto, sino también la violencia. Durante los primeros días de mayo las fuerzas norteamericanas condujeron una serie de ataques aéreos en la provincia de Farah que dejaron como resultado 140 muertos, entre ellos 93 niños y 25 mujeres, de acuerdo con las autoridades afganas.

Sin embargo, Kleveman y otros críticos insisten en que la importancia de Afganistán no radica necesariamente en lo que yace bajo su propio territorio, sino en su ubicación estratégica.

De acuerdo con datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) las cuatro regiones petroleras que rodean al Mar Caspio contienen un total de 44 mil 885 millones de barriles de crudo, además de una cantidad aún mayor de gas natural.

El 24 de abril de 2008, representantes de Turkmenistán, Afganistán, Pakistán e India firmaron un acuerdo para el inicio de las obras de un gasoducto que llevará combustible desde las costas del Caspio hasta India. El proyecto tendrá

un costo aproximado de siete mil 600 millones de dólares.

Próximamente se llevará a cabo una reunión entre los representantes de los cuatro países para afinar los detalles sobre el proceso de licitación, el cual será “libre y democrático”, según explicó a este diario Ahmad Zahir Faqiri, vocero del Ministerio del Exterior de Afganistán. Sin embargo, el lugar todavía no ha sido fijado.

“Este proyecto es muy importante no sólo para Afganistán, sino también para Turkmenistán, Pakistán e India… Proveerá muchas oportunidades de trabajo a los jóvenes de Afganistán y producirá millones en ganancias anualmente”, agregó el portavoz vía telefónica desde Kabul.

A pesar de que algunas voces, como la publicación electrónica especializada Energy Bulletin, sostienen que las reservas de la región no son tan generosas como se piensa, datos del Departamento de Energía muestran que las naciones de la región se están beneficiando a gran escala de estos yacimientos. Azerbaiyán, por ejemplo, creció 31 por ciento en 2006, debido en gran parte a los campos petroleros que ha comenzado a explotar.

Pero el destino de estos recursos no siempre estuvo tan claro. Además del subcontinente indio, otra región que circunda a las repúblicas del centro de Asia es Rusia, con la cual permanecen alineadas varias de esas naciones.

Kleveman sostiene que la conducción de los recursos hacia Moscú limitaría la independencia ganada por esos países, además de que gran parte de las operaciones estarían a cargo de Gazprom, la gasera estatal rusa. Por ello, Estados Unidos entró en negociaciones para que Pakistán e India tuvieran prioridad.

Ahmazaid señala que las posibilidades de que Rusia intente disputar estos recursos son muy bajas.

“No veo ningún interés estratégico en este momento, pero sí están conscientes y preocupados por la presencia de las fuerzas estadunidenses en Afganistán. Eso podría provocar algunos comentarios duros e incluso confrontaciones diplomáticas”, argumentó.

Otro problema que surgió en el proceso fue determinar la ruta desde el Mar Caspio hasta India y Pakistán. Una opción era transportarlo a través de Irán, una nación que ha mantenido una actitud hostil ante EU, incluidas sus petroleras, y varios de sus aliados, principalmente Israel. La segunda alternativa consistía en atravesar Turkmenistán, misma que incluía su paso por

Afganistán.

La inestabilidad social y política de esta última nación retrasó varios años el proyecto, planteado por primera vez a mediados de la década de los 90 y probablemente siga siendo un obstáculo.

“Por supuesto, el problema de la seguridad en la región afectará de una u otra manera a cualquier proyecto económico en la región, pero (la situación actual de Afganistán) no es muy peligrosa”, dijo Zahir Faqiri, del Ministerio del Exterior afgano.

“Todos estos países están desarrollando una serie de medidas para proteger el proyecto. La seguridad es el tema más importante de sus agendas”, agregó.

Pero este proyecto no implica que el territorio de esta nación centroasiática no esté lleno de tesoros. El gobierno afgano lanzó apenas la semana pasada una licitación para explotar los campos de extracción de gas natural ubicados en el norte del país, casi en la frontera con Turkmenistán.

“Nos reunimos con distintas compañías en distintas ciudades. Vimos a representantes de Total, Shell, BP, Exxon Mobil, ConocoPhillips”, dijo a la prensa especializada Ibrahim Adel, el ministro de minas.

Estados Unidos considera que la apertura de estos recursos naturales contribuirá al desarrollo de ese país, el cual es dueño una pequeña parte de la región gasera de Amu Darya, compartida con Turkmenistán. Ésta es por sí sola casi cinco veces más rica que la región de Santa Cruz-Tarija en Bolivia, de la cual sale una gran proporción del gas consumido por México.

Ésta no es la primera ocasión que Afganistán produce gas. Durante la ocupación soviética los niveles de extracción eran mayores a los actuales. Éstos tuvieron un fuerte declive después de los conflictos internos que vivió ese país después de la retirada del ejército de la URSS en 1989.

Otro material que solía extraerse durante la década en que estuvieron presentes los rusos es el uranio, el cual es indispensable para la fabricación de armas nucleares.

Un perfil de Afganistán elaborado por el Instituto de Tecnología de Illinois cita un reporte del Servicio Geológico Soviético de 1984, según el cual, su explotación se llevó a cabo a partir del descubrimiento de yacimientos al norte de Kabul y cerca de Herat en 1983. Dicho documento también aclara que las operaciones fueron realizadas en todo momento por personal soviético y la

totalidad del material fue llevado a la URSS.

Organizaciones como el World Information Service on Energy (WISE) han advertido que la extracción de este material continúa realizándose de manera ilegal en las mismas regiones.

El hierro también abunda en la nación centroasiática. La mina de Aynak en el sur del país es la segunda más grande del mundo y fue licitada para su explotación a la compañía MCC de China apenas el año pasado. Este acuerdo fue llamado “el contrato más grande en la historia de nuestro país” por el ministro de minas, Ibrahim Adel y se logró sólo después de que MCC demostrara tener las mejores condiciones, puesto que la competencia fue ardua entre representantes de varios países.

Afganistán cuenta también con una gran variedad de metales y piedras preciosas, incluidas esmeraldas, rubíes y oro. En el caso de este último, el Servicio Geológico Británico realizó un estudio que retomó investigaciones hechas por científicos soviéticos. Éste determinó que las provincias de Kandahar, Zabul y Ghazni pueden tener hasta 50 sitios propicios para la extracción de oro, las cuales podrán ser licitadas próximamente gracias a una ley aprobada en 2005 que promueve la entrega de derechos de extracción a compañías privadas.

http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/global/medioriente/la_guerra_por_los_recursos/610781

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